La naturaleza es sabia y el hombre se encarga de desafiarla todo el tiempo. Analicemos la cuestión. ¿Por que estamos librando batallas contra gérmenes y bacterias cuando en realidad son aliadas que nos ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico? Vemos en la televisión productos de limpieza que revientan a pequeños monstruitos que conviven con nosotros, pero esos bichitos son los mismos que con sabor a diversas frutas, (sí, en definitiva mandan cualquier fruta), te incitan a beber durante veinte días para resistir gripes, resfrios y demás pestes. También vemos publicidades que dan consejos tan nobles como: “Todo niño tiene derecho a ensuciarse, porque ensuciarse hace bien”. Todo muy lindo si el slogan no lo recomendara un jabón en polvo, ¿qué van a recomendar, que el pequeño sátrapa se mantenga limpio?, no, no es negocio.
No hablo de declararle la guerra a la limpieza y convertirse en un sucio al cual todo el mundo le raje, como al negro Tufo que también le decíamos cazador de cocodrilos porque lo mata la picadura de raya, (vivía rascándose el culo), pero si no entrar en la locura vertiginosa y consumista que pregonan las publicidades.
La pobre gente que vive en la indigencia morfan lo que encuentran en la basura, duermen tapados con cartones donde pueden y sobreviven sin tomar pequeños yogurcitos bacteriológicos ni aerosoles mata bichos.
El perro de un botellero y el botellero inclusive comen lo que pueden y se le bancan. A mi perro le cambio el alimento y garca sin parar un mes y eso que los balanceados ofrecen una variedad que va desde cachorros, adultos, tiernitos para perros ancianos con problemas de masticación, problemas urinarios, digestivos y cubren todos los valores proteicos, igualmente la mascota se descompone. Los chicos del campo juegan con tierra y después se chupan los dedos y todo bien. Un pibe juega con la Play o la computadora y terminan chicatos, con problemas en la columna y con ganas de agarrar una ametralladora y matar a todos los compañeritos del colegio a fin de materializar sus aventuras virtuales, todo mal.
Dejemos que los chicos vuelvan a jugar revolcándose en el piso y comiendo el chupetín que se callo, y si el perro toma agua del inodoro y nos saquea la basura tranquilos, no se va a morir.
En National Geografic muestran como un rinoceronte bebe barro y como carnívoros comen cadáveres putrefactos y no van al veterinario, en fin ya lo dice el dicho “chancho limpio nunca engorda”.
Pity, cantante de Intoxicados declaro ser un cultor de esta teoría y come restos de pizza vieja, con el queso que varia la tonalidad entre verdoso y azulado, bueno... entiendo que no es un referente que pregone coherencia, mejor quedémonos con las otras bestias.
La reflexión final es que mantengamos un equilibrio. Ni sucios repugnantes, ni paranoicos histéricos por la limpieza. No condenemos a nuestros hijos al claustro, idiotizados por una PC sin dejarlos retozar por el parque. Y si queremos pregonar la limpieza seamos coherentes y que no sea de la puerta de casa para adentro. De nada sirve educar a un niño haciendo que se lave las manos por cada cosa que toca y después dejarlo que arroje basura por la calle, porque talvez mañana maneje una industria que mientras arroje su basura en un río, el este lavándose las manos.
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