La lluvia en la ventana,
fiel a todos mis sentidos,
facilito mi llanto interno,
que apago el fuego de tus deseos.

Tres estaciones me hicieron falta,
para dormirme en el primero de los vagones,
que me llevarían a mi destino.

Las luces de la ciudad,
sobresalían de mi reflejo,
provocando la soledad
y retardando mis reflejos.

El cansancio marcaba sus rostros,
mi corazón desesperado,
los latidos marcaban mi espera.

Un mar de luces presencia mi vista;
imagino el mar y el reflejo de la estrellas,
el cielo se esta nublando
y mi soledad aun espera.

Es tu sueño mi desdicha,
eres tú mi deseo.
Sonríes a mi lado.

¿Cuantos son los ojos que observan mi pena?,
quisiera desenvolver mi locura,
primer paso para alcanzar
la libertad plena.

Mezcla de aromas en mis sentidos,
es el aire que atraviesa,
tú cuerpo femenino.