Veo ironía en esta relación a larga distancia
cuando pierdo relevancia
si no se topa conmigo tu mirada.
Pareciera que el deseo más grande
siempre se esconde en tules de irracionalidad.
Por eso, tal vez, nunca me sabe más dulce el amor
que cuando trae por medio desespero y aeropuertos.
Nunca mas dulce, que cuando llegas a partir la ironia
con el mas comodo de los abrazos.
No creo que te sorprenda que siga quietecita
esperando el próximo avión
que quiera devolverme tus pestañas.