Se hace difícil pensar lo que podría haber pasado si esa bala hubiera dado en el blanco. Solo traumatismos, presión alta y el shock de lo vivido es lo que dicen los doctores, sin embargo, las lágrimas en el rostro de El hablan de mucho más.
Hace muchos años que se dedica a ayudar: a su familia y a todo quien lo necesite.Hogar de día para niños de madres solteras, hogar de niños bajo tutela del estado, su parroquia, la misión de paz en Gaza....
Dios, sé que estuviste ahí!!, pero no puedo dejar de pensar que hubiera pasado si... , no! mejor no pensar.
Ninguno de los tres pasaba los 20 años, dos chicos y una chica, adolescentes, y estaban drogados a tal punto que falló su puntería, aunque tirararon a matar.
Son tan jóvenes y sin embargo están tan llenos de irracionalidad, seguramente tan carenciados de afecto que se hacen dignos de perdonar y comprender, pero a la vez le generan un rencor terrible y eso no es compatible con su modo de ser,el no sabe ni quiere odiar.
Además, esta claro que las sustancias no llegan a los jóvenes de manos de otros adolescentes. ¿ cuantos negocio y manejos de poder se esconde tras ella?
Duele, le duele más que los golpes, el saber que Ellos cambian una vida- a sangre fría- por conseguir dinero para drogas. y lo terrible es que en ese afán a ellos mismos se les va la vida.
El robo no es algo más que asistir a sus necesidades.
Ilógico, pero real.
Se fomenta el odio, se fomenta la desigualdad, se margina.
Se le hace imposible odiarlos aunque la bronca le carcoma la mente, pues en el fondo todos somos culpables, la sociedad entera es culpable, ellos crecen marcados por sus propios valores, repitiendose, ciclicamente por generaciones, en una sociedad que no los reconoce como pares.
El lo sabe y de allí sus lágrimas, por impotencia y por no querer ser hipócrita.Sería juzgar a quien ya condenamos.
Si! de alli sus lágrimas.