Mil años pasan y aunque sean unos cuantos segundos, mi alma no entiende y desgarra mi pecho a cada minuto.

Manifiesto mi tristeza, mi desdicha y mis plegarias, y aunque cante al cielo a viva voz y tenga esta desgarrada... dios, pareciese que tuvieras sus oídos tapados por tus manos y su pecho sellado a mis lagrimas.

Declaro que no entiendo que pasa por la cabeza de mi amada, quien pese a quererme no me deja esperanza... quien pese a quererme... no me deja esperanza.

Le comunico al presente silencio que me escucha, que si grito es porque amo, que si callo es porque duele, que si respiro, no es por que ese sea mi deseo, sino porque... deseo mantener vivo este fuego.

Clamo a los ángeles del cielo, que desciendan su gracia en el corazón en que pienso, y llenen de dicha mis entrañas, para que vuelva a encenderse este fuego.

Y solo me queda manifestar mi ira a la soledad que me acompaña; manifestar mi ira y mis pocas fuerzas para seguir luchando; que los recuerdos los pierdo, que tu rostro se va de mi memoria y no tengo nada en que afirmar lo poco de este amor que siento.