Como en cada una de mis noches… estoy acostado pensando y compartiendo con nuestra luz todo aquello en lo que apenas puedo concentrarme antes de que una idea me haga divagar…

En ese momento ni siquiera imagino lo que sucedería minutos después al interior de mi estado en inconsciencia parcial…

Oscuridad, oscuridad, oscuridad…

De pronto veo luz… ¿quién es?

Ese soy yo. Respiro el más puro de los aires, estoy en posición sedente reposando en las plantas más cómodas, alegres y gratificadas por ese sol fresco.

El paisaje es hermoso, nunca lo creí mejorable, pero agradezco el estar totalmente equivocado… el paraíso apenas mostraba su verdadera cara.

Todo era fraterno, armónico, melodía sin error, composición sin estructura alguna. En un intento por descubrir de que se trataba, dispongo un ángulo de elevación sobre la exaltante horizontal. En ese momento juegas tu papel…

Te veo acercándote con la esencia tomada por tus brazos dando sus primeros pasos. Llegas a mis pies suspirando felicidad por lo acontecido. me compartes tu respiración por contados segundos y luego esa mirada que trae en su corazón los ojos que amo… simplemente sonríen junto contigo.

Me terminas diciendo así esta perfecto… no es nada mas… así esta prefecto.

Ese fue mi sueño…

Ahora comprendo, nunca lo he tenido más claro…y aun con más tiempo para definirlo puedo decir que tu intención y la de él, es mostrarme lo perfecto de mis pensamientos reflejado en mis sueños.

Desde ese día te pienso en las noches, te veo en las mañanas. Siempre has estado ahí, siempre te he podido tocar, siempre me escuchaste, siempre ha sido hermoso.

Pero ahora estoy por encima, ahora conozco la perfección del jardín, conozco lo profundo de tus cuidados, conozco tus besos, conozco tus manos, conozco el producto de nuestra esencia y superior a todo eso conozco lo perfecto de mi futuro y el que pretendo contigo.