Sabía que estaba prohibido Que no debía siquiera pensarlo Pero su mente ardía Y su deseo crecía. Se contentó mucho tiempo Con mirarla y soñar Pero el fuego quemaba Y la pasión apuraba. Al fin decidió intentarlo Y se valió de sutilezas Se fue acercando a su lado Temiendo ser rechazado. Al principio logró su amistad Cosa que no disfrutaba En su pecho latía fuerte Una pasión excluyente. Esa noche en el albergue Perdidos en la pasión Disfrutó hasta el último vahído De ese encuentro prohibido.
Texto agregado el 09-04-2008, y leído por 286 visitantes. (6 votos)