Antes de continuar me permito una pausa. Respiro profundamente, como cuando quería decirte algo. No se por qué a veces siento esa extraña fijación por la marcha eterna en un camino largo que no tiene final.
Antes de continuar me permito escuchar. Escuchar las mismas cosas que dijiste tantas veces y que desprecié porque venían de tí. Será que siempre supe que estabas en lo correcto.
Antes de continuar me permito sonreir. Pensar por un momento en alguien más que yo. Puede que en eso encuentre la solución a muchos de mis asuntos pendientes.
Continúo...
Texto agregado el 09-04-2008, y leído por 136
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Lectores Opinan
09-04-2008
Este está excelente igualmente tiene varias asas por dónde tomarlo, visualicé que le hablabas a tu padre o madre, a esos seres que lo saben todo y que nos dejan sin decir palabras, la presunción de que al abrir la boca ya sabremos lo que se nos va a decir, no sé, jajaj, puede que no sea muy buena comentando. on-line
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