Por Elder Hernández
Para la protagonista
“El limite de tu lenguaje, es el limite de tu mundo”
Ludwig Wittgenstein.
“…una mujer desnuda es un enigma y siempre es una fiesta descifrarlo. Una mujer desnuda y en lo oscuro genera una luz propia y nos enciende… una mujer querida o vislumbrada desbarata por una vez la muerte…”
Mario Benedetti Inventario II
Comía en el ESCOOI una PIZZETA MUNICH (QUESO DE CABRA, MOZARELLA, JAMON Y PEPERONI). Estaba solo. Era lunes. Y sentado de frente a la entrada, me cuestionaba que significaba el nombre de los días. Porque si cada día tiene un estado emocional. Yo no sabía que día era. Me había levantado tempranísimo porque quería terminar de leer un libro que se llama LA SEDUCCION DE LAS PALABRAS. Recuerdo que eran las 8 am y yo ya estaba leyendo en mi estudio como niño. Ahora eran las 4:38 pm. Y mientras comía escribía esto. Lunes sin saber que demonios debía de sentir. Ya ni siquiera pensar (digo, que como esta mi situación me es más fácil sentir que lo segundo. La verdad). Soltero a los 32. Con responsabilidades como todos, pero sin dolores de cabeza de hijos y esposa. Si, es un tema que me llama la atención porque hay momentos algo profundos en los que me pregunto si alguna vez tendré la oportunidad de compartir la vida. Así que estaba sentado comiendo y escribiendo, mientras escuchaba NOVOCAINE de KALAFAUT & FYGLE cuando termino. Y comenzó PEOPLE WILL GO de JESS. Que vienen en el disco IN SEARCH OF SUNRISE 5 de dj TIESTO. Mirando la avenida de ALVARO OBREGON. El día no tenía ningún significado. Un día soleado, maravilloso pues. Y tomando agua mineral PELLEGRINO. Olvidándome completamente del gimnasio. De las cinco comidas que tenia que hacer cuando estaba en mis meses de entrenamiento. Esas comidas que son el paroxismo de la funcionalidad, por lo tanto de lo mecánico. Tres comidas solidas y dos liquidas en sus respectivos horarios. 9am 12 pm. 3 pm. 8 pm y 11pm. Proteínas carbohidratos, grasas (en ese mismo orden se tienen que comer). Y dos capsulas de vitamina E, dos de vitamina C, 5gr de glutamina antes de dormir. Así como oxido nítrico para que las células de mi sangre tengan la posibilidad de abrirse completamente. Así como también un multivitaminico llamado ANIMAL PACK. Todo esto acompañado de tres litros de agua a la largo del dia. (Si yo se que no viene al caso mencionar todo esto. Pero la verdad es que no se si sepan todo lo que se tiene que tomar para poder ver resultados en mas o menos tres meses y bien. Y para que se den una idea de que también me la estaba pasando embutiéndome un PASTELOTE de CHOCOLATE después de dos PIZZETAS que también ya estaban en mi panza). Y fue justo cuando recordé la obra de GABRIEL OROZCO llamada SOMBRAS ENTRE AROS DE AIRE. La sensación que lleno mis células en el momento que la vi la primera vez nunca se me olvidara. Asombro. Propósito. Esperanza. Algo tan abstracto que no se como mencionarlo. Bueno pues esa misma sensación tenía ahora exactamente (si, estoy de acuerdo que tal vez todo esto tenia que ver con mi pancreas, que habia liberado la suficiente cantidad de insulina por todo mi corriente sanguineo al recibir una carga tan grande de carbohidratos polisacaridos en forma de harina. Y carbohidratos monosacaridos en forma de azucar que tiene el chocolate y que mi sistema nervioso lo habia sentido como una sensacion de placer. De plenitud. Pero yo quiero verlo de otra manera). Al no saber como conceptualizar lo que debía sentir hoy lunes. Me sentí libre. Liberado. No tenia que interpretar la realidad de ninguna manera. Solo a mi manera. O de la manera que yo pudiera. Pero ese no era el punto. El punto era que al no saber que sentir. Pude separarme por un segundo de todo lo siento comúnmente. ¿No es maravilloso? Digo, porque no se ustedes de que se la pasaran hablando en su cabeza todo el tiempo. Pero lo que si se, es que al yo no tener nada en la cabeza diciéndome esto o aquello veía como si me hubiera quitado algo de los ojos. Por lo tanto vi una posibilidad. Más real que palpable, si, casi abstracta. Pero paradójicamente tan tajante que ahí estaba yo sentado con la panza llena sin querer saber de más. Si, sin querer saber de más. Porque de vez en cuando le exijo a algo en mi cerebro que me informe de lo que esta pasando. Y no estoy loco. Solo que en ese momento vi que tenía la capacidad de detener todo lo que me rodeaba. Y que era mi oportunidad de hablar de ello. Porque en cualquier momento podrían aparecer todos mis pensamientos cotidianos. El primero era que la niña de la cual estaba enamorado y se llama Griselda no me hizo caso. El segundo que era el último día que había pagar la renta y yo tendría dinero hasta la próxima semana. El tercero que tenía que ver a mi madre y revalorar los sentimientos que tenía hacia ella. El cuarto que tenia que tatuarme de nuevo y así sucesivamente pedazos de pensamientos se irían juntando hasta que terminara el día. Y solo en ese instante me pude preguntar ¿de que chingados hablaba conmigo mismo todo el santo día? Y sin mencionar ¿de que carajos he estado hablando conmigo mismo toda mi vida? ¿Que demonios movía a mi intelecto desde las mañanas? ¿Porque tenia miedo la mayor parte de día? Y sin ninguna comprensión acerca del exterior si no tenia que ver directamente o indirectamente conmigo. Pero como ese tipo de preguntas no son respondidas justo cuando lo necesitamos, sino cuando les da la gana responderse solitas. Ahí me quede con cara de idiota. Viendo como el día terminaba. Esperando no se que cosa. Escuchando ahora a EDITH PIAF con PADAM PADAM. Mientras la noche llegaba. Y vislumbraba a lo lejos aquellos pensamientos que venían por mí para preguntarme porque Griselda no me había querido. Como era posible que la renta no la tuviera aún. Y porque mi madre tenia la culpa de que yo no la viera tan seguido. Y yo solo podía verlos venir a lo lejos, sin ninguna misericordia sobre mí. Me sentí casi un niño con juguete nuevo. Mis pensamientos en ese momento los podía manipular. No ellos a mí. Podía moverme dentro de mi cerebro en estos momentos hacia donde quisiera. Era completamente libre solo por unos instantes de ir a donde yo quisiera. Y decidí no quedarme ahí ni un momento más. La vida era mía, no al revés. Y justo en ese momento sonó mi celular. Y sonriendo respondí:
-Hola Gris ¿como estas?
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