Parte I
A, alpha, aleph, ect ( El comienzo).
Era un ser eterno, tal vez, ya lo había cazado ciento de veces y hasta lo había visto morir otras cientos. Si contara las veces que lo asesino, la historia seria infinita. Pero siempre en algún punto interdimensional lo volvía a ver, era repugnante saber que estabas condenado a morir cuando mates a un ser inmortal o eterno. Era doloroso, sus compañeros ya habían muerto y su estirpe había sucumbido al gran mar del tiempo, de su familia no quedaba nada, ni siquiera los recuerdos.
Durante eternos tiempos había luchado en todo lugar y todo tiempo contra una animaña escapada de las prisiones de la inexistencia, peleaba contra un ser que no podía ser, pero que existía y se alimentaba de almas de cualquier especie, pero especialmente las humanas, que eran más nutritivas por su capacidad de razonar y de amar. Hasta el hartazgo repitió que lo encontraría y culminaría su misión antes que el mundo termine.
El oráculo de los dioses
En las grandes ciudades siempre habían sacerdotes y reyes, pero solo en una había un oráculo tan preciso como las saetas de los dioses, solo en aquella ciudad rodeada de mar salado y montañas llenas de cabras había un oráculo sabio. Con sus dotes para viajar en el tiempo y en el espacio, llego a aquel templo lleno de esplendor y de oro reluciente. Sus ojos vieron por primera vez a Febo y luego miraron al gran océano, esa gran e infinita serpiente verde que envuelve la tierra
Los guardias de la ciudad lo vieron entrar en el templo, donde la sacerdotisa había profetizado que un imperio caería, estos se alertaron al ver un hombre de tal tamaño y con tantas armas raras, que solo eran un arco, una espada y unas granadas de humo. Una vez dentro, despojo a los reyes de sus lugares y entro al salón de la sacerdotisa. Con su voz ronca y seca dijo:
- Dime sabio oráculo de los dioses, ¿cuando terminara mi misión o mi finalidad en estos mundos en los que ya no tengo razón de existir?.
- Tú estas condenado a vivir mientras el demonio que no debe ser, exista.
- Pero cuando morirá, hace años que lo asesino una y otra vez. Cuando lo mato puedo apreciar que mi ser sigue estando aquí. Desde hace años que corro atravez de estos mundos asesinándolo y masacrándolo, pero que hago mal. Sabio Oráculo.
- Tu misión esta próxima a culminar, tu tiempo en el cosmos ya esta limitado, muy pronto sabrás como culminar tus objetivos. Algo grande esta cerca.
Cuatro eras de oscuridad
Ni los más sabios sienten los otros mundos, un profeta dijo que el mundo tendrá cuatro tiempos de oscuridad total, en la que se ignoraría los orígenes, los libros no son más alentadores.
" Sus destinos son la ignorancia de la realidad y la ceguera ante la luz verdadera, son ciegos guiados por demonios que los ciegan y luego son lazarillos, para dominarlos de forma más fácil."
Libro Blanco, del señor de los eruditos, Edad primera.
En la primera era vendrá el opresor que con las brazas del infierno quemara la luz de los mortales ojos, para que no vean la realidad y solo perciban ilusiones o cosas irreales. En la segunda azotara a los rebeldes de la oscuridad y los asesinara con impunidad ante sus hermanos, como si fueran animales. En la tercera empezara los preparativos para abrir la puerta de los infiernos, con llamas gigantes y pájaros de hierro que surcaran los aires como cuervos. Los escritos de la cuarta y ultima etapa han sido destruidos por el fuego y la ceguera de los existentes. Solo se oculto un fragmento al fuego de los impunes cirios del mal.
" Cazadores, buscaran hasta en los lugares más recónditos en busca del mal pastor, pero será posible la salvación de las existencias?"
Fragmento del libro de las Eras Negras, Anónimo. Del tomo décimo.
El impune escape
Los guardias son temibles dragones que conocen todo, son sabios, saben los nombres, forma y fin ultimo de cada ser que esta en los mundos de la existencia y de la inexistencia, son los verdaderos eruditos del mundo, pero el precio de tal sabiduría los ha hecho de piedra dura y resistente, junto con los dioses y sus conocimientos son inmortales, sus tiempos no son los nuestros, no tienen pasado, presente, ni futuro, solo tienen eternidad pura.
Nadie sabia de la inmovilidad de los dragones guardianes, por su aspecto era temidos y respetados, por lo que nadie se animaba a escapar de la prisión de la inexistencia. Durante años un antiguo demonio planeo su gran escape, con sus últimos poderes pensaba matar o dañar a los dragones; pero todo esto no fue necesario solo tuvo que cruzar las puertas de la prisión ante la impotente mirada de los dragones.
¡¡¡ Que fácil había sido escapar!!!.
Ahora solo debía evadir a los cazadores de los dioses y vagar por los mundos hasta poder recuperar su antiguo poder y confrontar a los creadores. Para no ser encontrado fácilmente, con sus pocos poderes se transformo en un ser existente, cuya apariencia era horrible y repugnante.
Una amenaza para los dioses
En ese momento todos los dioses despertaron de un sueño en el que habían yacido durante milenios. Algo perturbaba su vida, pero no sabían que.
Alguien había escapado de la prisión de la inexistencia y ese alguien era un demonio que poderosisimo que durante milenios había planeado una venganza que cumpliría con una profecía que ponía en peligro la existencia de todos los seres.
Las guerras de los arcanos
Un heresiarca de la antigüedad dijo que existen 999 mundos, y que él nuestro es él ultimo y que todo los mundos copian al anterior, menos el primero que es perfecto y divino, pero las copias son imperfectas y esta imperfección esta en la falta de divinidad y magia que los creadores o el origen con la que dotaron al primer mundo. En uno de los primeros mundos, hay una raza llamada de los arcanos, ellos son seres mortales y sabios. Ellos adoran al origen pero de dos formas diferentes.
Una tribu, adora a dioses creadores, omnipotentes en templos, sus sacerdotes se visten de blanco. La otra adora a los mismos dioses pero no piensan que sean eternos ni muchos menos creadores, llamada de arcanos verdaderos o iluminados. Por su gran convicción de fe, los dioses los eligen como soldados y guardianes ante cualquier amenaza. Pero un día un gran teólogo iluminado descubrió un error en las escrituras sagradas, era un error que mostraba una gran imperfección en la historia. El teólogo se dirigió al rey que inicio una gran campaña para restituir la verdad.
Miles de iluminados juntaron sus lanzas y espadas, para declarar guerra a los "dioses". El rey penso que seria posible convencer a los blancos para confrontar a los dioses. Los arcanos blancos rechazaron y declararon heresiarcas al rey, al teólogo e infieles a los soldados iluminados. Una tempestad de lanza y espadas; y una lluvia de saetas se avecinaba. Durante un tiempo de destiempo, el liquido rojizo cubrió los valles y los ríos, hasta que los iluminados fueron aplastados por los blancos y los dioses.
La sentencia de los dioses
"El suicidio es honorable, ante la inminente derrota por seres salvajes"
El rey de los iluminados.
Ante el avance de los ignorantes sabios blancos, las ciudades cayeron, los soldados fueron diezmados o escaparon en hordas llenas de cobardía. Él era el único capitán que estaba dispuesto a resistir a la masacre que se avecinaba, con trescientas lanzas y escudos defendería a la ultima ciudad iluminada.
El rey llamo a los generales y capitanes a una reunión en la que les ofreció un suicidio honorable, que muchos aceptaron sin cuestionamiento, la noche antes del combate murieron varios lideres importantes del ejercito, él sentía que lo honorable estaba en pelear hasta el ultimo aliento contra los traidores de la verdad- una verdad tal vez falsa, pero en fin una verdad.
Cuando los blancos llegaron, solo unos valientes capitanes defendían la ciudad, los soldados desbandados no resistieron la contienda, la ciudad, las almas de los guerreros, la deshonra, la verdad, la luz, todo cayo en ese momento. La culpa de la guerra recayó sobre los pocos capitanes sobrevivientes, entre ellos él, los dioses se reunieron a juzgar a aquellos pobres arcanos. De él dijeron: "Il est Chasser". Su condena era cazar a un fugitivo de la cárcel de los dioses. “ Morirás cuando el muera”
The Hunter
Durante la noche los dioses lo dejaron disfrutar la belleza de su cuerpo mortal, muy pronto seria inmortal, un castigo horrible ( una idea podía ser inmortal, pero no un cuerpo y sus sentidos). Al día siguiente su cuerpo de guerrero había cambiado, ahora era una bestia asesina sin memoria ni recuerdos.
Era un autómata, a la disposición de los dioses, su única misión era acabar con un antiguo demonio enemigo de los dioses. Pienso que si los dioses eran tan poderosos como se decía, por que ellos no se previnieron y confrontaron al demonio.
Atributos de los dioses
“Su bebida es el agua de la espada, de su copa solo sale gloria, sus ojos miran hacia atrás, adelante y a los costados, sus ojos imperan sobre todo, no hay palabra para describirlos, una palabra seria una mancha para su gran gloria”
Libro blanco, del señor de los eruditos
La imagen de un dios, es la de un ser poderoso, eterno, omnipresente y sabio. Es un ser de infinita justicia, de habilidades sin limites, sin miedos, sin preocupaciones, su imagen es la de eternos regentes del cosmos. Según muchos son perfectos, pero también pueden imitar a los humanos en su imperfección. Alguien dijo que son como todo gobernante poderosos y miedosos ante cualquier amenaza, desconfiados y débiles. Son dioses de la cobardía y de la venganza, solo ellos conocen su gran debilidad, son como moscas.
El mundo de los empíricos
Serán fáciles de convencer, bastaran unos cuantos alardes de mi poder y se convertirán en mis esclavos, penso el demonio mientras cruzaba los umbrales del mundo de los empíricos. Estos eran seres que no tenían de dogma ni fe, a diferencia de otros ellos adoraban a los dioses por que los habían visto usar sus poderes, solo se limitaban a creer en lo que veían. A opinión de muchas culturas estos eran animales ya que no pensaban ni razonaban solo actuaban y veneraban lo vistos o percibido.
Un ejemplo de su irracionalidad y desconfianza a la razón se pudo observar en una ocasión, los dioses festejaban un gran banquete con los empíricos, algunos recogían frutos para comer, los dioses les enseñaron que había un fruto venenoso entre los buenos, como solo era palabra y ellos necesitaban hechos, no creyeron y comieron, Al momento murieron varios, pero siguieron comiendo 7de este ya que tal vez sintieron que solo era venenoso para algunos. Desde ese día los dioses condenaron los venenos a la desaparición en aquel mundo ya que todos los consumirían ya que solo confían en su propia experiencia y no en las ajenas.
El demonio no se equivoco, solo con mostrar algunos de sus poderes, los empíricos creyeron en él. Se había erigido nuevo dios en aquel mundo. Enseño mediante algunos actos la eficacia mortal de las armas que usaría para enfrentar a los dioses, inicio guerras para mostrarles a aquellos seres la felicidad que producía aplastar a un enemigo y de dejar desolada sus tierras. Buscaba el gran ejercito que le daría la victoria en el día que los dioses serian aniquilados.
El cazador rastreaba a su presa por todos los mundos cercanos al de los arcanos, durante días- quien sabe tal vez en muchos de aquellos mundos perfectos no exista el tiempo- acecho y persiguió ilusiones que él enemigo dejaba. Al ser como un autómata no sé detenía por nada en el mundo, aun ante el fracaso. En momento de la eternidad que podríamos llamarle quinto, décimo o cualquier numero de días de cacería llego al mundo de los empíricos, completamente arrasado por una guerra, pronto supo que ese era el mundo que buscaba, el demonio debía de estar allí. Tomo la forma de un empírico y busco.
La primera muerte de un inmortal
Cuando llego al lugar en el que estaba el fetiche, logro entrar sin problemas, pero pronto algunos se dieron cuenta de que no era un empírico, sabia cosas de la razón y no de la experiencia. Los guardias del lugar ya habían experimentado pelear con cazadores de los dioses, por lo que supieron que era un de ellos, pero él era diferente.
-Detente cazador que podemos matarte, ya aprendimos a matarlos- dijo uno de ellos.
Él siguió caminando ante las amenazas, en un momento un guardia lo atravesó con su espada, el no sintió dolor, solo el frío del acero. Cuando vio la espada en dentro de su cuerpo, saco la suya y redimió al pobre empírico de su ignorante alma. Miles de tizonas compararon su fuerza con la espada que los perdonaría de la ignorancia y la incredulidad.
La primera pelea del cazador con el demonio fue muy rudimentaria, un cuerpo a cuerpo salvaje, sin uso de poderes mágicos, ni la extraordinaria fuerza del valor y el coraje. Fue como una de esas comunes peleas que suceden en los boliches, sin gracia ni talento. No fue como en las películas en la que es un momento decisivo la pelea entre el héroe y el demonio, fue un disparate que no merece una narración larga, ni siquiera el comentario que estoy realizando, es una lucha que debe ser olvidada- perdonada por su carencia de espíritu guerrero.
Lo único rescatable fue el momento culminante de la lucha, que puede ser salvada de la omisión, en el momento en que el cazador iba a matar al demonio, este lo maldijo con estas palabras:
-Sé que estas hechizado, conozco tu pasado, deduzco que tu no eres ese ser, eres una víctima mas de los dioses, tú estas liberado de los dioses no serás mas su esclavo ni su instrumento, tú debes ser quien fuiste. Debes ser aquel capitán que sabe la verdad.
En ese momento renació el valiente capitán y tal vez murió aquel demonio temido por los dioses.
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