Que maravilla perpetuada,
la de cerrar los ojos,
para recordar,
que aún sigues allí.
Que mi vació es solo ilusión,
en mis despertares,
que es temporal,
que duele y presiona, pero luego escapa,
al soñar.
Rozo la locura durante el día,
sin saber que hacer de mi,
rozo el paraíso de noche,
cuando me hablas de ti.
Presuntamente táctil,
hasta que te vuelves intangible,
para recordarme,
que aun tengo un camino aquí.
Que todo llega,
que la espera es insignificante,
que mis preocupaciones minúsculas,
y que mi misión importante.
La de recordarle,
a este mundo descarriado,
que hay caminos cortos,
pero no siempre son los gratificantes.
Que hay que robarle una sonrisa,
de forma tirana a la pena,
para que brillemos,
aún en la oscuridad.
Que esta es la vida,
no se tiene otra oportunidad,
no la dejes escapar,
aqui la tienes, tu la vives, úsala. |