Hija, ¿qué haces cuando los días están así?
¿Por qué capitán?
Pues estoy aburrido.¿Sabes qué es eso?
Si, capitán…
¿Y qué haces, hija?
Bailo.
¿Y qué mas?
¿Mas qué, capitán?
¿Bailas, solo eso?
Si, capitán.

El ordenador, películas, libros, gimnasia, restaurantes, cines, teatros, recitales de música, plazas, drogas ilegales, antidepresivos, ansiolíticos, psiquiatras, pastores, curas, monjes, religiosos.
Te aburres.

Problema de hoy, no sientes placer, te cuesta. Te sientes culpable si gozas, y te lastimas más aún cuando no.
Nada es suficiente en esta cadena de vacíos dispuestos a llenarse con la primer mierda que te ofrecen.
“Ismos”, palabras santas de salvación, frases políticas, religiosas, sectarias, raciales, económicas.
Se buscan chivos expiatorios, de una sociedad que esta enferma de buscar, sin saber que.
De encontrar sin saber para que.

Y se llenan las salas de emergencia de los hospitales.
Y se llenan de locos, de estresados, de ingenuos, de impotentes, de ulcerosos del alma.
Y se explota la bomba de tiempo del tiempo.
Y se castiga a quien es menos culpable.

Y se sigue buscando sin buscar.
Y se siguen encontrando sin saber para qué...