La última batalla es siempre la más dura,
porque en el camino hacia ella, he perdido
mis pistolas, mis cañones y mi fuerza.
Luché por tí con toda mi alma.
Mi empeño no cedió terreno a
mi debilidad y cansancio.
Conquisté las batallas mas pequeñas,
y gané un espacio que creí importante.
Pero al final, perdí la guerra y la cordura.
Tuve que entregar mis armas...y mi orgullo.
Conservaste intacto tu corazón....
me rindo y te saco bandera blanca.
Texto agregado el 15-04-2004, y leído por 693
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