Esta es la transmisión número B-0057, de la nave Galaxy II. Misión: RMSII, reconocimiento de K3III, 6 Sagittarii. Transmitiendo desde el sector HD 164358, SAO 160998, HR 6715. Ubicación: RA; 18h1m23.1s DEC; -17°9m25.0s.
Mensaje enviado a los 2624 días, 13 horas y 37 segundos de vuelo de la Galaxy II. Para ser recibido en base terra-luna con un retraso de 379 días, 9 horas y 5 segundos.
Estado: B-CC. Err. 106,6. Misión de reconocimiento de K3III, 6 Sagittarii finalizada. Nave inicia maniobra de retorno por emergencia. Se recolectó suficiente información, pero surgieron problemas con la tripulación de la nave. Se dio alerta a base terra-luna, hace cinco días, cinco horas y 32 minutos, pero no se puede esperar respuesta, la alerta amerita la manobra de retorno por la magnitud de la emergencia.
Mensaje: Soy el piloto de la nave Galaxy II, Alezand Bel. Hemos tenido una serie de «graves problemas» inesperados a bordo de la nave. Por lo tanto hemos comenzado la maniobra de emergencia para retornar a la tierra.
Los problemas comenzaron cuando entramos en el área de coordenadas 18 01 23.1213-17 09 24.700, donde fuimos expuestos a una radiación desconocida, proveniente de 6 Sgr. Una especie de tela eléctrica apareció, visible, desde el frente-visor de la nave. Ni los radares ni las cámaras detectaron su proximidad. Hasta que recibimos el aviso de la cámara cetónica, de la proximidad de la tela a unos 8 kilómetros, distancia desde la cual resultaba imposible intentar una maniobra evasiva, debido a la velocidad de aproximación, de unos 500km/s, y la aceleración de la Galaxy II a uno 800km/s luego de un frenado de emergencia.
Se recibió el impacto de la tela, apenas nos preparamos nosotros para el impacto que tendría resultados desconocidos, se envió el premier mensaje de emergencia y los sistemas de respaldo se pusieron en marcha dentro de la nave, se desconectaron algunos sistemas tras el impacto; Perdimos por unos momentos la gravedad artificial y debido a la repentina perdida de velocidad por el impacto, la tripulación fue expuesta a una fuerza de 10 o 12g, sin haber sido prevista. Por lo que hubo algunos heridas de menor grado. Luego de esto, los sistemas se recuperaron en el curso de las horas siguientes. Y la nave pareció continuar sin problemas. Pero se detectó después con un examen exhaustivo, que la tela eléctrica había expuesto la nave a alguna clase de radiación desconocida, que no había afectado seriamente a la nave, pero que la radiación se mantenía dentro de ésta, a pesar del escudo protector con el que cuenta la nave y que estaba intacto al momento del impacto con la mencionada tela.
Tres días más tarde, descubrimos horrorizados, que la radiación provenía de nosotros, y en general de la materia orgánica que había dentro de la nave. Por lo que procedimos a analizar más a detalle la radiación. No encontramos nada concreto, parecía no ser nociva.
No sé ahora especificar cuanto tiempo habrá pasado antes de que el físico Erny Kolovsky, comenzara con las «alucinaciones». Que atribuimos a la llamada «fiebre espacial», pero que descartamos luego de un examen psicológico a cargo del Dr. Mijio Kyu. Así que pensamos en la posibilidad de que la radiación de la tela, podría haberle afectado. Y cuando comenzamos a tratarlo y examinarlo, él se percató de la desaparición de un miembro de la tripulación, un electro-cartógrafo llamado Sebastián Melhor, que en efecto, había desaparecido. Kolovsky tenía una horripilante historia sobre ésta desaparición, y el Dr. Kyu la consideraba parte del trastorno, comenzó a tratarlo y fue necesario encerrarlo. Sin embargo logró escapar y se suicidó después de esto, lanzándose él mismo en una sonda de la nave, sin reservas de oxigeno ni adecuación del ambiente o presurización.
Al poco tiempo hubo varias «alucinaciones» colectivas. Y nos encontramos ante un grave problema. En mi caso personal, no había sufrido ninguna de estas; Hasta tiempo después, cuando decidimos que se trataría con el aploinsenador a los que habían tenido éstas alucinaciones, y que se les mantendría bajo observación y vigilancia. Me encontraba descansando en mi camarote. Cuando apareció una mancha negra sobre el techo. Según me pareció, surgió a través de éste. Yo me asusté al principio pero después traté de tranquilizarme y despejarme, sin lograr nada. La mancha negra seguía allí y se comenzó a mover, bajando desde el techo, hasta el piso. Yo la miraba, tratando de mantenerme escéptico. Pero me resultó imposible. Quise pensar que era algo que sucedía en mi mente, que no estaba allí, pero parecía todo tan real, que me sentí ofendido al intentar creer que mis sentidos me engañaban. La mancha negra creció de tamaño. Parecía ser algo que se tragaba la luz, como su fuese un hoyo de obscuridad. Podía ver algunas cosas en la orilla de ésta, pero mientras más miraba el centro, más obscura me parecía la mancha. Se movía como si estuviese viva, y me pasó la idea de que podría se un ser extraterrestre, lo cual en el momento me pareció aterrador. Sin pensarlo dos veces salí rápidamente del camarote. Corriendo por los pasillos de la nave hasta llegar a la sala principal, dónde encontré algunos miembros de la tripulación, entre los que se encontraba el Dr. Mijio Kyu, con el mismo rostro de horror que seguramente yo tenía. Me contaron lo que sucedió, y al parecer había ocurrido lo mismo que yo había visto: Una mancha obscura apareció el techo, atravesándolo y cayo sobre el piso, se movía, trató de alcanzar a unos de los astro-biólogos que estaban allí, y luego despareció por el suelo, de la misma manera que había aparecido por el techo.
Yo les conté mi experiencia y se convocó de inmediato a una reunión extraordinaria de la tripulación. Las personas que habían sufrido alucinaciones anteriormente describieron que las alucinaciones habían sido similares. Y el doctor Kyu, aseguró que la historia que había contado Kolovsky, incluía un grupo de «agujeros negros vivientes», que habían devorado a Melhor. Cuando escuchamos esto, nos percatamos que faltaban 5 miembros de la tripulación, descartando a Melhor y a Kolovsky. De inmediato comenzó la búsqueda, y aparecieron dos de ellos, con un ataque de shock, en uno de los laboratorios. No podían siquiera hablar.
Se revisó la nave de proa a popa, se buscó en cada rincón, pero no hubo ni rastro de los fenómenos observados anteriormente.
Pasaron varios días, y la situación se normalizó. Pero no aparecieron los miembros extraviados de la tripulación, simplemente se habían esfumado. Los dos más que estaban en shock, volvieron a realizar algunas actividades, pero habían dejado de hablar, poco a poco se aislaron, se negaron a decir una palabra sobre lo sucedido y un mal día encontraron a uno de ellos muerto, tras haber ingerido una veintena de psicofármacos. A el otro se le colocó en una cámara de observación de veinticuatro horas, y varios de los médicos lo trataron, pero no se logró mucho. Se mató con la ayuda de su BPC.
En una de las reuniones se discutió cancelar la misión. Pero de acuerdo con lo que el capitán habló y lo que se consultó en la guía, la misión debía proseguir, a menos que la situación se volviera incontrolable, y al parecer nadie había vuelto a ver nada extraño, y la radiación casi había desaparecido.
Llegamos al sector de coordenadas 18 01 23.1213-17 09 24.869, y 6 Sgr comenzó a ser mucho más visible. La nave comenzó la maniobra de estabilización de elipse a 6,9.HXR-g. Y comenzamos las maniobras de reconocimiento y los distintos experimentos y recorridos a realizar. Las sondas fueron enviadas, se colocaron los satélites artificiales y un grupo de exploradores y pilotos recorrimos 4 de los planetas y 17 planetoides, trayendo consigo una gran cantidad de muestras interesantes.
Cuando el equipo de exploración de la estrella 6 Sgr se disponía a entrar en órbita para encontrar la elipse, sucedió algo…
No podemos asegurar que fue, no podría yo describirlo. Yo no soy creyente, no soy supersticioso ni creo en el esoterismo. Tampoco creía en la existencia de seres extraterrestres inteligentes. Pero lo que vivimos aquel día (toda la tripulación fue testigo), cambia absolutamente todo lo que siempre he creído y pensado.
Fuimos enviados hacia aquí, después de que SETI-VII recibió en su estación en plutón, una señal de ondas con información codificada enviadas desde 6Sgr. Se creía que podía ser una señal extraterrestre o un espejo. Y nos enviaron a investigar.
Yo, en realidad siento que llegamos hasta aquí, (como dice un antiguo escritor polaco) para demostrar que podíamos llegar. No creí que fuéramos a encontrar nada, nada de lo que esperábamos. No pensé que encontraríamos hombrecillos grises de enormes ojos, o pulpos superinteligentes. Nunca creí que encontraríamos un espejo, otra forma de vida, con la cual reconocernos a nosotros mismos.
Lo que encontramos. Lo que encontramos nadie lo hubiese esperado, nadie podría siquiera imaginarlo o soñado. No creo que la mente humana esté en condiciones o que tenga la posibilidad de crear, de la nada, una imagen que se aproxime míniamente a lo que experimentamos.
Ahora que me encuentro aquí grabando éste mensaje, me topo con el gran problema de que en realidad, no creo que haya manera de explicar lo que sucedió. No sé por qué razón volvemos. No sé por que seguimos vivos. En realidad, tampoco sé por que razón envío éste mensaje. Desde ese momento, creo que no había dicho más de tres palabras seguidas. Nadie dice nada, más que lo meramente indispensable.
Espero yo ansiosamente en momento de hibernar. La conciencia se me ha convertido en una especie de pesadilla. No podemos continuar trabajando así. Muchos, de hecho, no pudieron seguir viviendo así.
La situación, es que la tercera parte de la tripulación que quedaba, ah perdido la vida bajo sus propias manos. Yo y los que quedamos, hemos intentado, seguramente por pura dignidad u orgullo humanos, continuar con la misión como nos indica la guía. Incluso el capitán de la nave no ha dicho nada desde lo que sucedió, y presenta graves síntomas de desnutrición por falta de alimentación.
Creo que yo soy de las personas menos afectadas, al menos me queda la iniciativa en enviar esto, y de programar la nave para el retorno. Quizás se deba a mi gran escepticismo ante todo, me decían que yo era como de piedra. Neutral y frío. Pero en realidad, me mantengo en mi lugar, quizás por miedo. Por que no soy tan valiente como para enfrentarme a la terrible realidad en la que nos encontramos. Y trato de creer en ésta «realidad» que cada vez me parece más una mentira.
Comprobamos que los humanos podemos llegar lejos. Pero… ¿A qué precio? ¿Para qué conocer lo incognoscible?