Me has incendiado la calma
enlagunado los ojos
y me sangro desde el miedo
para ti ...un último sorbo
Aún me arranco la pupila
para darte la mirada
me voy mutilando mis ramas
para regalarte savia
Dolorosamente tuya
muero en cada madrugada
abriendo mi pecho al cielo
me he cambiado el corazón
por una daga
Así dormiré... deshojando el tiempo
y aprendiendo a latir con puñaladas
Texto agregado el 15-04-2004, y leído por 239
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
02-02-2010
Algun dia los puñales se harán romos,blandos,semilla de otro mundo por desconocidas leyes de reinos que hemos construido,a veces con palabras.... caliche