No todo es tan fácil de describir, algunos hechos simplemente se me han borrado de la memoria por simple temor, o peso, o por algo que me hacía acarrearlos hacia donde el destello no tiene fin.
La primera vez que ocurrió fue en octubre, cerca de la segunda semana. El tipo iba totalmente ido por la Calle 12, borracho en bolas. No sin tanta persistencia aquella puta se le acerca y desgarrándole el falo le pide un cigarrillo. No muchas veces vemos escenas tan conmovedoras como aquella, cómo la simple acción de un hecho con su personaje. La luz se expande hasta dejar de existir y dos piezas de la tabla comienzan su danza, una actuación frente a la nada, ahí, muriéndose de frío...