Hace muchisimos años, por haya en la epoca de la panela, en Judea vivía un hombre, un hombre pobre, humilde, abandonado, herido y muy rasguñado pero pero aún, el hombre estaba ciego, desde muy niño había perdido la vista y había sido abandonado desde su nacimiento, nadie sabía como había sobrevivido, hasta hoy es una gran incognita.

Un día a el se le acerco un hombre minusvalido y se hicieron grandes amigos, todas las noches dormían juntos en ese sucio lugar, los días pasaban y cada vez se hacían mas amigos, hasta que un día una gran enfermedad asolo la ciudad, muchas personas murieron y calleron gravemente enfermas, pero el ciego y su amigo seguían quietos donde siempre, esprando que todo acabara y nunca enfermaron, luego llegó una gran sequía otra buena cantidad de personas quedaron en la misería no llovío por días y el sol era despiadado pero el ciego y su amigo seguían muy quietos, luego fue el turno de un fuerte viento que arrazó casas y resintió mas el suelo seco hasta dejarlo infertil.

Pasaron dos meses de mucho dolor y sufrimiento para Judea, las familias lo habían perdido todo, no tenía que comer ni nada que tomar y aún quedaba un gran número de enfermos, pero el ciego y su amigo aún estaban hay quietos, hasta que un día llegó un misterioso hombre que mandó llevar a todo slos enfermos posibles ante el, que dio alimento a todas las familias devastadas.

Hombre llegó a Judea y una gran multitud se avalancho obre el y de pronto el minusvalido fue recogido por seis hombre el ciego muy asustado y preocupado se paro y empézó a buscar a su amigo, pasaron horas y no lo encontraba, de pronto se topo con uina gran multitud que lo tiro al piso y le escupio en la cara, cuando de la nada llegó su minusvalido amigo corriendo y saltando de la alegría agarró al ciego y lo llevó etre multitud y lo postro delante de aquel hombre incognito, tenía una gran vestidura blanca, sandalias perfectamente hechas y con manos calidas y tersas como la sedas, así es aquel hombre era Jesús, el hijo de Dios mismo enfrente del ciego, Jesús pregunto al ciego, viendolo todo lastimado, oliendo inmundo, con sus vestiduras rasgadas, sin nada que comer, sin una sola riqueza o por lo menos una solo pertenencia, sin pelo ni dientes y tras de todo ciego, ¿Que quieres que haga por ti?.

No importa la situación, lo que vivamos, el tiempo o el lugar siempre tendrás a Jesús a tu lado preguntandote ¿Que quieres que haga por ti?