Era un Martes como cualquiera otro pero se me cruzaba una idea,un viaje.Como si fuese el mensaje escondido en un suen~o, en el cual debi`a vencer ciertos miedos prisioneros en mi.
Sin mas llame a mi amigo tambie`n tan loco como yo,y nos preparamos para emprender un viaje destino a Co`rdoba, Capilla Del Monte.

Diego (mi amigo) su pasio`n era tomar demasiado alcohol,la mu`sica y la aventura.Lo bueno es que teni`amos dos cualidades en comu`n ,la mu`sica y la aventura.

Viernes.Los bolsos ya estaban listos,con ropa y comidas en latadas,la carpa tambie`n y los tiquets de viaje.
Sabado.Ya en el micro destino a Co`rdoba.
Domingo.En Capilla Del Monte,el dinero no era suficiente ni para el camping.
El plan era estar cerca del camping,ban~arnos sin pagar y salir sin que nos vieran.
Despues encontrar un lugar donde armar la carpa,claro que con Diego siempre borracho y hacie`ndose amigo de todo el mundo, me distrai`a terminando invariablemente,durmiendo a la interperie.
Por mi parte,sujetaba mi bolso entre mis hombros mirando pasar la gente que pagaba el micro de expediciones.Caminaba con la luz ardiente del sol en mi cabeza,solo ya que Diego tomaba demasiado para caminar.
Cruzando cascadas,trepado montan~as mi soledad me acompan~aba apreciando las maravillas de la creacion.Cuando el sol empezaba a bajar, mis pasos entre las sombras de las montan~as eran mas ra`pidos por volver ya que estaba lleno de serpientes venenosas.
Al regresar Diego me presento uno cordobeces que se dirigi`an a San Marcos Cierras '' la ciudad de los duendes'', Diego conoci`a a alguien de un viaje anterior donde podri`amos armar la carpa en el fondo de su casa.Los amables cordobeces nos dejaron en San Marcos Cierra,nos hospedamos en la casa del amigo de Diego,un hombre grande,un gran filosofo y una gran persona,que vivia con un artesano...(un gran artista) su arte eran los duendes.

Yo no lo dejaba en paz pregunta`ndole historias.Me dijo:Si queres tener tu propia experiencia diri`gete a el rio Quilpo,la tendra`s hay me dijo.Pero esta` a ocho kilo`metros de aca`.
A todo esto no sabi`a donde andaba Diego.

A si que otra aventura con migo mismo, me dije.
Prepare`mi bolso con la bolsa de dormir un cuchilo, y fosforos y me fui.
En el transcurso de la caminata me la pase llamando a los duendes y ningu`n duende venia.Sali` un poco tarde,al cruzar el cementerio las cadenas de la cerca sonaban haciendo retumbar mis nervios, sabia que este viaje era de un modo,el factor para confrontar mis miedos.Entonses segui` adelante, entre los pastos al costado de la ruta de tierra por la cual no pasaba un alma,luego cruce una granja mi `unica luz eran las estrellas,unos pequen~os jabali`s me aparecieron y empezaron a morder mis zapatillas,me detuve y senti` el crujir de un jabali`muy grande,asumo que era su madre muy enojada y me acechaba, mi unica estrategia fue contener cada mole`cula de mi cuerpo intacta, al cabo de un momento se fueron,mi frente goteaba de sudor otro obsta`culo habi`a logrado sobrepasar.

Pero ya cansado y sabiendo que al jabali` no le agradaba, salte unos caminos entrecortados y me di cuenta de que estaba completamente solo.
Lo primero que se me ocurrio` fue buscar ramas secas y realizar un fuego en circulo alrrededor de mi bolsa de dormir.
Al buscar las ramas, enormes aran~as vi producie`ndome escalofri`os , pero las espante con una rama con fuego,encendido con tan solo mis dos `ultimos fo`sforos.
Finalmente me acoste` en la bolsa de dormir ,pero desde los bosques muchos movimientos y risas burlonas empece` a escuchar.Recapacite de que no estaba solo ,mis instintos no clasificaban esas risas como humanas.
Inmediatamente me acoste` en el centro del circulo de brasas me tape con la capucha de la bolsa de dormir y la mordi` cubri`endome.Igual podi`a escuchar pequen~os pasos y muchas risas acerca`ndose a mi,como por arte de magia abri mis ojos y era la man~ana.
Me levante debajo de una fuerte tormenta y todo embarrado volvi`.Encontre` a Diego pero como siempre estaba tomado asi` que no le conte`.Pasaron unos dias y haciendo dedos volvi` a Capilla Del Monte sin Diego, a esperar mi micro de vuelta a Buenos Aires ya que se habi`an cumplido dos semanas de aventuras.
Mi ultima noche mire al cielo y le dije a las estrellas que mi pro`ximo viaje sera` fuera del pais