TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Elrelator / El tiempo

[C:345850]

(Le di mil vueltas antes de mandarte esto. Pero la verdad es que no quiero otra cosa que no sea estar contigo)

El tiempo

Por Elder Hernández

Para G.

"Si pudiera expresarte como es de inmenso en el fondo de mi corazón mi amor por ti..."

Delirio de Luis Miguel


"Porque las cosas no se piden, se ganan."


Anonimo


Me gusta escribir por muchas razones. Me da la

oportunidad de poner en tela de juicio todo mi

continuo cotidiano. De buscar salidas. Salidas que

si bien están a la mano, también me dan la pauta

para ver el exterior de una manera más plana. Más

directa. Así puedo fantasear a placer con todo lo

que me rodea ¿sabes? ¿Por que te escribo esto?

Porque tú ya eres parte de ese todo que me rodea.

Porque al cumplir casi un año de conocerte, puedo

darme cuenta que te valoro. Que te doy un valor

que nunca pediste, sino que yo pude observar en

ti. Y así puedo sentir completamente todo lo que

siento por ti. Y al estar contigo. Pero que también

me da la pauta para crecer como ser humano y

decirte lo que siento. Tú no tienes ninguna

necesidad de estar conmigo (me lo has

demostrado). Y yo solo puedo agarrarme los

pantalones y aceptar ese destino.

Tú sabes mi amorcito... que vales un millón... Pero

que también no quiero luchar contigo, sino luchar a

tu lado. Porque vales la pena ¿sabes? Pero también

yo valgo. Y la verdad es que no pude contigo. Lo

intente de una y varias formas, pero no pude. Y es

a mi ego al que le duele, a pesar de que a mi

corazón le sigue gustando estar junto a ti...

Bebecito bonito... Y solo pienso en volverte a ver,

abrazarte y darte besitos y decirte cursilerías al

oído...

(¿Notas la paradoja?)

Es algo que nunca podras obtener pero que siempre

tendrás la oportunidad de alcanzar. Y creo que algo

así vale la pena conservarlo. Porqué uno conserva

lo que quiere. Y yo te quiero a ti.

Subía rápidamente un pequeño desnivel. Iba tan

rápido como podía sobre mi bicicleta VINTAGE color

vino. Mis muslos me ardían ya, pero no me

importaba. El tráfico sobre la colonia Roma era

extenuante. Y veía como las caras de los

conductores se descomponían ante la impotencia

de no avanzar. Reflejándose la misma impotencia

que yo vivía, mientras pasaba por los espacios

vacios tan rápido, que parecía que me quería

estrellar. Había terminado de trabajar hacia un par

de horas. Soy cocinero. Y el gerente me había

invitado una copa de vino tinto para platicar

conmigo acerca de mi desempeño en ese lugar.

Pedí una copa de un vino chileno. SANTA RITA.

CABERNET SAUVIGNON. Un poco de PAN y QUESO

de CABRA. Veía como el restaurante se movía por

su propia cuenta, dándome la sensación que yo lo

veía desde un exterior que no existía más que solo

en mi mente. Las meseras se movían de aquí para

allá. Los clientes llegando. Y yo sentado hablando

de algunos detalles de la cocina. Nada con

importancia. A partir de este momento, no se que

paso. De la nada, una abstraccion inmensa me

quiso envolver. Mis ojos buscaron algo para asirse.

Lo que fuera. No podía. No pude. Frio. Comencé a

sentir frio. A separarme de todo. Y no porque

quisiera, sino porque de pronto vi el inmenso

desconocido como lo que era. Un lugar frio y

desolado. Y que los seres humanos podemos darle

un poco de intensidad con nuestras emociones.

Pero que esas mismas emociones se pueden volver

en contra nuestra con toda su furia si algo rompe el

equilibrio. Dejándonos de nuevo frente a la nada.

Frente a lo eternamente impersonal. Tuve que

levantarme de inmediato al terminar de hablar el

gerente conmigo. Pero no podía irme. Y no porque

no quisiera, sino porque algo en mi no reaccionaba.

Me dirigí a la cocina de nuevo. Platicando de

algunas cosas. Salí de nuevo al salón y llegue a la

barra. No quise tomar más. Pedí una botella chica

de agua mineral PERRIER. Y de nuevo algo me

golpeo de pronto. Fue toda la construcción de un

pensamiento. Un cumulo de información. Pero la

sentí en todo mi cuerpo. Fue una ubicación total en

el aquí y ahora. Pero que tambien era tan tenue,

que al momento siguiente ya no cuadraba con la

sensación de desconcierto que habia rodeado toda

mi vida. Mi bipolaridad la sentía en la punta de los

dedos. Salí del restaurante parándome en el

exterior de tal manera que podía ver todo el lugar

semi lleno. Viendo también que dejando yo de

trabajar ahí, no tenía a donde ir. Ese nuevo

pensamiento encendió de tal manera mis neuronas,

que la totalidad de mi cuerpo lo sintió. El frio se

transformo en una sensación de calor. De ansiedad.

Empecé a buscar alguna sensación de consuelo. De

empatía. De valor. No encontré nada. Esta

sensación empeoro al ver que las meseras que

habían terminado su turno, se encontraban en la

barra del lugar tomando una cerveza. Haciéndome

una seña para que me acercara a ellas, fui. Una de

ellas me pregunto, que si tenía pensado hacer algo.

Porque ellas no sabían que hacer. Me quede frio.

Mis sospechas me dieron la respuesta directamente

en la cara. Ahí mismo yo tenia una revelación y no

podía hacer nada con eso. Mentí. Les dije que tenía

que verme con un amigo y que solo estaba

haciendo tiempo. Me sentí un traidor y al mismo

tiempo un prisionero de mi propia manera de

pensar. Las chicas se voltearon indiferentes. Sin

decepción pero quitando su atención de mi de tal

manera, que pude notar como regresaban a su

estado original. Fui al baño. Me senté en un

inodoro. Poniendo las manos en mi cara tenia la

sensacion de necesitar algo. Algo que me diera la

pauta para darme cierto sentido de desarrollo. Esa

misma semana había decidido tomarme un descanso

del gimnasio. Y antes de esa semana salía corriendo

precisamente al gimnasio. Y eso en lo particular me

daba cierto margen de movimiento. Limitado

obviamente por el aparato mecánico que es el

cuerpo. Pero me daba un respiro. Sin eso, me veía

igual que las personas que veía en ese momento.

Sin nada. Nada. Sentado ahí pensé en mi madre.

Ella había fallecido cuando yo naci. A mi abuela la

había dejado de ver hacia mucho tiempo. Ni siquiera

sabia si todavía vivía. No tenía novia. Ni familia. Ni

a donde ir. Vivía con unos amigos pero eso

significaba nada. De hecho pude darme cuenta que

llevaba 15 años viviendo de aquí para allá. Sin

sentido. Buscándome allá afuera. En lo que fuera.

Tomando herramientas de la vida. Pero ahora me

preguntaba si esas mismas herramientas no eran un

espejismo. Un placebo que se les daba a los niños

para construir su propia personalidad. Tenía miedo.

Mucho. Tenia la impresión de que solo podía

navegar por la misma corriente que los demás.

Como en alta mar. Aspire profundo y salí del baño.

Me moje la cara. Algo en mi exigía. Me pedía a

gritos una respuesta a la pregunta que nunca le

encontré sentido. Esa pregunta es tan particular,

como particulares son tus deseos. Salí de ahí como

pude. Me despedí de todos cordialmente. Tome mi

bicicleta. Tenía la sensación de huir. Pero al mismo

tiempo de encontrar respuestas. No quería de

ninguna manera que el resto de mis días fueran así.

Sin sentido. Iba rápido. Tan rápido como mis

piernas me lo permitían. Tenia que llegar a mi casa

prender mi computadora y escribir algo. Lo que

fuera. Me detuve en un alto y saque mi IPOD

TOUCH, casi desesperado. Y no se porque pero la

primera canción que sonó fue HEY YOU de PINK

FLOYD de su disco PULSE. Y mientras recorría la

ciudad a toda velocidad de nuevo. Me repetía a mi

mismo como una especie de mantra para no

romperme a llorar:

-Aquí y ahora. Estoy aquí y ahora carajo. Estoy

aquí y ahora- casi llorando.- No hay nada

esperándome allá fuera. – mientras mis lágrimas ya

rodaban por mis mejillas- pero yo estoy aquí

adentro. Y la letra de la canción me penetro como

una daga justo cuando la voz de DAVID GILMOR

canto “…open your heart, I´m coming

home...
” Y yo solo pude entregarme a ella

abriendo mis células a esa inmensidad. Llorando

como un niño me repetía:

-Se hombre carajo… se hombre…

El tiempo seria este que esta aquí. El tiempo que

viene y choca contra mí. El tiempo es lo que yo

quiero tomar del exterior. El tiempo no existe, solo

es querer ponerle maquinaria a la eternidad.

Texto agregado el 05-04-2008, y leído por 111 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
07-04-2008 el tiempo existe para poner casa cosa en su lugar.....BUEN RELATO tanabata
05-04-2008 Muy bueno el relato, me atrapó...la única pega que le pongo es que al no dividir en parrafos la lectura se dificulta, pero bueno lo salva el texto. janusmoon
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]