Las Torres del silencio. Sentado nos mira. Escarba acertijos de arenas y sol. Mira con ojos taciturnos y frívolos. La mediocre creación que ha hecho. Su error: Darle sesos a esos animales. ¡Por qué no simula cartásis de alimentos vencidos! Viscerales y mundanos. ¡Por qué no nos deja escapar a nuestra imagen pétrea y solemne de robot paseando alocados por imaginarias avenidas! ¡Por qué El, fundamento de persecusiones y destierros, no se levanta y trabaja en tal funesto proyecto! Y crea una imagen de mendrugo de huesos secos. Y cabellos a medio cortar. Una imagen con señales de humedad interna, y se deja de balbucear dentro de su paroxismo "Somos las malditas torres del silencio". Torres fortificadas de carne y pensamientos macabros Torres atacadas por ángeles para librarnos del pecado. Torres en llamas y reducida a escombros. Torres en declive, que han hecho de este mundo. Un mundo de guerras y sufrimientos injustificados. Y políticas de autodestrucción masiva.
Texto agregado el 14-04-2004, y leído por 271 visitantes. (3 votos)