Tu primer beso
No puedo dejar de caminar por la casa pensando en ese primero beso que tuve, el primer beso lo recibí en una fiesta, fue un proceso lento de mi parte, ella creía que ya había besado, y gracias a eso dejó en mis manos todo el tiempo para besarla. Ella no sabía lo que significaba, y ahora que lo pienso en verdad no significaba nada. Seguí unas instrucciones literarias, encontrar el ángulo perfecto con el viento escarlata, nunca supe a qué se refería con eso, supuse que era la posición y el tiempo perfecto. También me aseguré de que su espalda estuviera relajada, me aseguré de verle a los ojos antes de hacer cualquier cosa, la vi fijamente por unos segundos, nos vimos fijamente por unos segundos en un jardín vacío en el que con pretexto de querer aprender a bailar la pude estar tocando. Recuerdo que por un mal paso los dos caímos, ella encima de mí, jugando rodamos en aquél jardín, los dos riendo de pronto nos detuvimos, fue ahí donde nuestras miradas se alentaron unas a otras, duraron unos pocos segundos antes de que nos estuviéramos besando, no fue un beso lento, fue un beso como cualquier otro, sentía que desde siempre había besado, ella no lo hizo nada especial. Simplemente me despertó.
Después de haber dado ese beso no podía dejar de querer besarla, cada vez que se me acercaba la tenía que abrazar, beso tras beso, así era como empezaba a medir el tiempo.
De beso en beso, de vida en vida, así hasta tener más tiempo, hasta tener más besos y hasta tener vida.
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