POLA BECTE fue una mujer que nació en el corazón de las sabanas de Sucre. Podemos asegurar que la mujer que recorría todas las corralejas, solo para esperar el fandango, Siempre estaba preparada para el baile, sus ropas eran faldas largas de popelina estampadas, que identificaba su personaje una bailadora de fandango.
Es como si el corazón de la tierra la brotara en un día de fiesta donde los porros eran su añoranza, su debilidad, por que lo buscaba donde estuviera sonando. Y su fortaleza por lo bien como lo bailaba.
Era una mujer cuyo juego agigantaba el embrujo. Y hacia la realidad de un sueño, pues todos los sabaneros desde los más pequeños hasta el más grande, soñaban con conocer a la leyenda POLA BECTÊ. Siempre en su rostro se estampaba la alegría, una sonrisa que le lucia tanto que pareciera que sus labios no cerraban.
POLA BECTÊ fue un encanto, en sus ropas siempre llevaba el olor a vela, a sudor de borracho con quien ella se codeaba en el fandango, El porro era su encanto, pero la cumbia era su vida. Bailaba tan elegante que parecía un gallo calzado en la gallera con ganas de pelear, su esbeltez era única, tan única como ella misma. Tenía una falda tan larga y tan ancha que parecía un pájaro porquero colilarga de pecho blanco, adornado con flores rojas. Ella era la música pues parecía que al bailar, hacia los símbolos musicales, en los pasos y pases que hacia con su cuerpo. Parecía no tener husos en las caderas como las movía como hilo que flota la brisa, y formaba con ellas el vaivén de los golpes del tambor conjugados con las notas de cada unos de los instrumentos de viento que sonaban los músicos de la banda. de Chochó, la 20 de enero de Sincelejo, La banda de Tulivieja y La banda de Palmito.
Vela, vela para POLA era la palabra más escuchada en las noches de fandango, ella, llevaba entre diez y quince paquetes de velas encendidos en sus manos ella sola alumbraba el fandango en las palzas sabaneras de Sincé, Tulivieja, Sincelejo, Palmito entre otras y en cada una de ellas iba dejando un huella inmortal, por que el fandango la inmortalizó.
Fiesta, baile, fandangos con porros y cumbia solo solía escucharse y la todos sabían que estaba POLA cuando escuchaban el porro mari avarilla, el conejo pelao, unos de los porros mas completos y mas ancestral de la música de las sabanas de Sucre.
Ahí POLA tu nombre se escucha y se escuchará a través del tiempo Tus reflejos permanecerán por siempre y tus pasos no se borraran jamás en las plazas donde gozaste.
Existen bailadoras, pero como tú ninguna.
Que viva la música de nuestros Pueblos.
Nadie conoce tu descendencia, no familia es como si la misma música te hubiese taido cuando apareció en el ambiente y el jolgorio de esta Sabana alegre como la mía.
Murió POLA BECTÊ pero sus recuerdos y sus olores quedan impregnados en los fandangos con olor a trompetas viejas de cobre.
ASI ERA POLA BECTÊ
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