Mis hijos hoy me preguntaron quien era aquel hombre del retrato...

Cuelga en la pared de barro, la foto desgastada de un hermano que ya casi ni recuerdo, me llevaba como 15 años, yo la verdad, nunca trate mucho con el, pero a veces me da nostalgia de mi hermano, era el mayor, la mano derecha de mi padre y del abuelo.

A mi hermano se lo llevaron a las 3 y algo de la tarde; mi padre trabajaba en el cañaguate, llego apenas escucho los disparo, corrió y corrió llego hasta plan- justo allí donde estaba el rancho y el potrero viejo y no pregunto nada, solo nos miro y ya sabia lo que debía saber, cruzo la alambrada como si nada, cojio la curva y al frente del cañadulzal, el olor de la pólvora le guió, ya no estaban pero tendido Joaquín, con un disparo en toda la frente
- murió valiente, mirando al enemigo, eso creo, allí le quedo el huequito que después se puso negro de la sangre coagulada, hasta les dio tiempo de golpearlo, pobre hermano, pues cuando le cambiamos entre la sangre le encontramos los moretones, por todo el cuerpo- así era como le sacaban las confesión que los malvados querían oír y así se jactaban de hacer legal para ellos el ajusticiamiento

- decía la difunta, que fue por pura envidia porque el era muy guapo y las mujeres lo buscaban mucho, no fue por mas, mi hijo era muy bello, decía mi viejita ay ombe; Bueno eso recuerdo yo, cuando nos toco salí volaos de aquí y dejar –ay hombe- allá tirado en un huequito, sin misa sin na´ por allá onde están los papayos y el níspero, por allá estaba la crucecita que le hiciera mi madre- la pobre que se vino a morir dos años después de pura hambre y pena moral, porque lejos nos fuimos a pasar trabajo, por la amenaza que le hicieran eso malparidos a mi viejo, porque decían que el era cómplice de mi hermano, eso recuerdo yo, que tenia cuatro años en ese entonces de la muerte de hermano...