Huecos y huellas. Todavía seguimos siendo quienes llevan la sonrisa por los huecos que nunca se llenan Calles que no cesan largos jardines de invierno Todavía mentimos a veces jugando al mudo como niños una caminata inconsciente que se desentiende de algún rumbo Presos de los miedos llevamos la inocencia a la muerte Y cuando se escriben verdades penetrando en laberínticas arcas tan arrítmicas como invisibles llevan el eco del corazón como si fuesen almas Pero lo que se ve son solo huellas y lo que se presiente, verdades... De calles que son sonrisas de jardines oscuros de penetrables cavernas y huellas de difícil rumbo
Texto agregado el 14-04-2004, y leído por 203 visitantes. (4 votos)