La herencia de los indianos e hispanos trajo a mi tierra un feliz descanso que va desde las 14:00 hasta las 17:00 horas, día a día, para sufrimiento de aquellos que pertenecen a los anglos, europeos, o también a los de oriente y oriente medio, y alguno que otro negro africano.
Como se tiran los pelos invocando a sus dioses y se mueren de rabia de ver ese mullido descanso de nuestros cansados cuerpos y almas.
Que culpa tenemos nosotros si la hermosa unión de esos caballeros con casco y armadura y de los piluchos indios al fin llegaron a un acuerdo, no hacerse la guerra en esas horas de tanto calor y mejor sería un buen trago de aguardiente de la zona o un mate con o sin malicia y vamos contando cuentos de misterios, del diablo, de Dios, de bonitas indias y bellas españolas.
La trifulca siempre se armaba al calor de unos tragos de más, saliendo a la luz esas tenues diferencias que hay hasta estos días.
Cuantos indios se habían llevado a sus haciendas sin previo trato, los hispanos; y por el otro lado estos les recriminaban a los indios que en sus ataques a poblados se llevaban las más bellas mujeres y apenas llegaban a sus tolderías se apresuraban a acostarse con ellas, haciéndolas sus sirvientes y además darle gusto al cuerpo.
Esto ocurría por ambos extremos y llegó hasta tal punto la mezcla que en Chile hay muchos con pelo renegrido y no encanecen nunca por la miercoles. Herencia de esta raza indígena, y además hay hermosas morenas muy deseables.
También el gobierno de turno se le ocurrió como una compensación o quizás una descompensación, traer alemanes, italianos, yugoeslavos, más españoles (gallegos) árabes, judios. y anglos. Todos en un revoltijo que más parece la torre de babel, en un día de mercado, de lunes a domingo.
Pues estos especimenes trajeron el trabajo obligado con horas precisas y remunerado. Se acabaron los descansos, la siesta tan deliciosa, las guerras para conseguirse hermosas mujeres y mejores tierras.
Como extraño esa siesta de un descansado sueño entre las 2 y las 5 a pata suelta.
Nomade...Mi sangre peninsular hace que cabecee entre las 2 y las 5, soñando que te tengo a mi lado |