Era una vez, una niña tenía un arbolito muy cerca de la casa. Todos los días muy temprano se acercaba para echarle agua, y aprovechando un tiempo antes de ir al Colegio hablaba con él, Un día el arbolito le dijo: quiero hablar con tú mamá. Quiero conocerla. La niña muy preocupada, pensaba como lo tomaría la mamá cuando ella le dijera que el arbolito hablaba con ella: no lo iba a creer. Al fin se decidió y le dijo: mami en la granja tengo un arbolito que habla con migo, y me dijo que te quiere conocer. La mamá solo dijo ah si bueno, yo también lo quiero conocer mañana, voy a ver si lo conozco; si tu le hablas y el te responde, tu le dices que eres mi mamá. es un árbol de naranjas que queda en la entrada a mano derecha, si tu le hablas el te responde, La señora después que la niña se fue al colegio tomó el machete y se fue a mirar lo que la niña decía, a ella no le dijo nada para no contrariarla pero siempre preocupada por lo que a la niña le estuviera pasan fue y se paró debajo del árbol de naranjo que la niña le había indicad. Pero todo estaba en completa calma; solo se escuchaba el canto de los pajaritos que se posaban y revoleteaban en el árbol de naranjo; nada más. Miró y descubrió unas matacías de naranjo pequeñas que habitaban nacido las tomó y se las trajo. Cuando la niña llegó salió corriendo y le preguntó a la mamá ¿fuiste mami? si hija ¿ y hablaste con él? Solo me dijo que te trajera esas maticas para que las siembres y las cuides mucho echándole mucha agua y dándole mucho amor. La niña contenta tomó las maticas y las sembró; todos los días las regaba y hablaba con ellas. Las maticas crecieron rápido que la niña después que cumple con las tareas del colegio y ayudarle a los oficios de la casa a la mamá, guinda una hamaca y se duerme soñando que habla con sus arbolitos que son todo uno gigantes y todos los años le dan muchas frutas que la niña vende en el mercado y con la plata de la venta compra cosas para ayudar en la casa y con el resto ah comprado muchos animales. cerdos, ganado, gallinas, pavos y hasta una tierrita, una parcela de seis hectáreas de tierra que con mucho cariño la lla