Odio los viernes…
A diferencia de otras personas que prefieren los viernes , yo los odio. Lo peor de todo son las ultimas dos horas de trabajo ya que pareciera que las manecillas de tu reloj, imitación nivada, tardan eternidades en su andar , y tu hecho un bestia tratando de hacerte pendejo y fingir que trabajas a toda maquina cada vez que el supervisor pasa, y lo peor de todo es que si te habla o te hace algún comentario tu tienes que poner tu cara de hipócrita, y aun peor, cuando cuenta algún chiste malísimo, que generalmente te lo sabes desde la secundaria, te tienes que tragar el “ay no mames con tu chiste pendejo” y cambiarlo por el “que chistoso señor Gonsález” con una sonrisa que te duele en los huevos.
Sales de trabajar y hace un frió de la mierda, pero tu no quisiste traer el suéter de lana que te regalo tu suegra, por que el único día que lo llevaste al trabajo el señor Gonsález se burlo de el .
Subes al autobús que te da la bienvenida con una exótica mezcla de olores que te cala en las fosas nasales casi hasta las lagrimas .Te sientas, si tienes suerte, al lado del típico albañil que huele a cemento, y el niño ,que no deja de llorar, te recuerda que al llegar a tu destino te espera una desvelada segura.
Llegas a tu casa, que es por mucho, la mas fea de la cuadra, y metes la llave, que no has mandado a arreglar, y comienza un fiera batalla entre la puerta y tu, la cual casi siempre gana la puerta , por que tu esposa somnolienta te abre con una cara de indigente, con el típico y redundante -¿ya llegaste?- que te has cansado de corregir.
Subes a tu recamara y te preparas a dormir con la esperanza de un mañana, no muy prometedor, pero al menos sin trabajo, y tu esposa te dice:
-La cita del niño es alas dos, avisaste al trabajo ¿verdad?- dice tu con el tono de madre a hijo.
-¿Qué cita?- responses tú esperando lo peor.
-Ya sabes que los viernes de cada mes le toca cita al niño- dice ella, y tu sabes que se esta conteniendo.
-¿Viernes?- te levantas lo mas rápido que puedes , sacas tu calendario de la cartera y sientes un alivio al ver que efectivamente, es viernes y le dices a tu esposa que esta en calidad de bulto – Mi amor , mira, hoy es viernes,- dices con tono triunfante.
-Mario- dice tu mujer mirándote a los ojos entre enojada y decepcionada –Este calendario es del año pasado, hoy es jueves- y se duerme dejándote ahí parado, en calzoncillos, pasmado como un imbecil.
Y lo único que puedo deducir es que: todo es culpa del mal nacido que me regalo el pinché calendario de mierda.
Tal vez mañana me vaya mejor
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