La ventana anuncia a gritos la llegada del sol , el cual, azota mis ojos.

La cama párese, hasta ahora, el mejor escondite de no ser por el inquisitivo reloj que decreta la sentencia de despertar .Mientras pongo la cafetera ,se asoma a la cocina Kiara( mi perra), la cual después de lamer mi pierna se recuesta en una de las esquinas de mi cama convirtiéndose en espectador de mis hábitos matutinos.

Me dirijo al baño arrastrando los pies y mientras orino escucho los ladridos de Kiara casi seguramente propiciados por algún pájaro ya que desde el segundo piso del departamento se pueden apreciar los cables de la calle donde suelen pararse los pajarillos , los cuales ni se inmutan con los ladridos de mi perra.

Salgo del baño un poco mas aliviado. Tomo los mismos pantalones de ayer los cuales seguramente uso Kiara como colcha , me pongo los pantalones , no sin antes sacudirlos un poco , por higiene.

Escucho el chillido de la cafetera , tomo la taza mas limpia o mas bien la menos sucia y preparo el ya cotidiano café mientras prendo un cigarrillo .

Me siento a la mesa mientras me pregunto si quiero ir a trabajar, al fin y al cabo, es Lunes.