Emborracharse...y dejarse caer en la calle, y sentir el cemento, áspero en los nudillos, el piso helado, que no se sabe bien si esta helado o no... quizás cerca de tu casa quizás lejos... y ver como las estrellas giran y giran, se marean y hacen círculos sin que tu quieras, el estomago se te revuelve, la cabeza pesa y la risa abunda, y después... acordarse de aquel amor que tanto te dolió, nunca supiste si volvió... y de repente llorar, de repente no... y al pararse... el mundo se cae y después tu te caes sobre el... y de nuevo se cae encima tuyo, los pies se tambalean, las zapatillas ya no te afirman y te caes, no duele, te sientas, te cansas y agachas la cabeza sin saber mas de ti, ni de la calle donde terminaste ni de nada... que pase todo...
solo querer desaparecer...
y al otro día...
el dolor del porrazo, el dolor de la memoria, del corazón...

esperando dejar de tararear todas esas canciones...
caminando entierrado a tu casa... con el pelo sudado, y las manos encostradas, las zapatillas y los pantalones rotos, no sabes si estuviste en una pelea... o si solo la vida inmensa paso sobre ti y te dejo así...
sin aliento ni noción de nada... suena todo cuando pisas el suelo, no tienes hambre, un poco de sed... mucha sed... cansancio, cansancio y terror por no saber por qué te duele tanto la guata... y por qué amaneciste con los ojos pegados de tanto llorar... un poco de frío... ¿por que? si hay harto sol, son las 12... te duele casi todo y solo el recuerdo de haber girado con las estrellas en el cielo profundo azul marino... te sientas, quizás solo, quizás no... te sacudes un poco las manos... te duelen mas que la cabeza... esa banca toda rayada con dibujos y graffitis de pandillas baratas marcando su territorio pareciera que te esta juzgando y lo hace...
y no quieres llegar nunca... prefieras ser juzgado por una banca
que llegar a tu casa...


Por L.M