Si mi vida fuera otra.
La soledad, la misma.
¿El dolor?
Los recuerdos castigarían de la misma manera.
Pero la nostalgia de esa vida, seria una nostalgia de esta vida, y de tantas otras, pero más aun de esta, que recuerdo o me conté.
La menina dos olhos verdes seria la misma que Alfredo me canto al oído aquella vez.
Los abrazos de esa vida serian, tus abrazos de esta.
Los besos, vendrían de tus labios, de nadie más.
Una cuna de plantas labradas,
Una flor de amapolas,
El campo de algodón.
Las mariposas del invierno.
El rosedal, en pleno junio,
Tus piecitos pateando la pelota bien lejos,
El muchacho que nunca más volverá.
Las botellas de leche de vidrio.
El rostro de mi padre sonriente.
Los gritos de los niños, jugando.
La tierra sembrada de tizas.
La escuela.
Esa novia que nunca me conoció.
Ese amor no correspondido.
El primer beso, que no quise dar.
Aquel beso que nunca fue.
Las primeras tonadas de guitarra,
Aquel primer tambor,
Las clases de música,
Los sones de mi barrio.
La huida.
El escape.
El refugio.
El temor.
La inocencia que se perdió…
Ahora:
El encuentro.
Mi llegada.
Tu cama.
El amor.
Tu inocencia…
El tiempo aquel, que es el mismo de hoy, pero más aun el de mañana, el que tú me robaste, el que nunca me devolverás.
El tiempo de aquella vida tan mía, pero tan mía, que nunca me la ibas a quitar.
No hay golpe tan fuerte que pueda con eso.
No hay dolor que te quite esa novia.
Esa mujer.
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