Bill Gates ha ofrecido donar un centavo de dólar a la causa de Manuelito por cada trescientos mensajes que sean reenviados por usted en los próximos diez minutos. Por si no lo sabe, Manuelito es un niño víctima de la guerra civil. Esa estúpida acción bélica que tiene sumido al país en una cruenta y sanguinaria guerra desde hace varias décadas. Por si no escuchó la noticia, Manuelito descansaba en su casa (pequeña y a punto de caerse) cuando una granada irrumpió por la ventana, para posarse en la ensaladera de plata (único recuerdo valioso que guardaba su madre y que había heredado de su abuela, antes que las garras de la dictadura le quitaran lo poco que tenía) matando (la granada) instantáneamente al abuelo que dormía la borrachera en esos momentos en la sala. La explosión produjo, a su vez, un derrame de kerosén en la cocina, lo cual inició un fuego que consumió toda la casa (y a la abuelita de Manuelito que en esos segundos preparaba una sopa “levanta muertos” para el alcohólico abuelo).
Manuelito y su madre fueron los únicos que lograron escapar de tal voraz incendio. Tres de sus siete hermanas resultaron ser víctimas también del fuego (las cuatro restantes habían muerto con anterioridad producto de una enfermedad infecto-contagiosa aún desconocida). De su padre no es mucho lo que se puede decir. Sólo se sabe que partió cuando Manuelito era muy pequeño, para unirse a las filas de combatientes mercenarios del Movimiento Pro Un País Más Mejor (MPUMM).
Manuelito y su madre huyeron por las escarpadas llanuras selváticas buscando amparo. La mala suerte que acompaña a esta, ya desintegrada familia, mostró nuevamente su cara cuando encontraron refugio en una casita abandonada en medio de la jungla costera en la que se hallaban. Digo mala suerte porque resultó ser, que aquella casa hasta hace días había sido un campamento para la producción de droga; el cual estaba a punto de ser dinamitado por el ejercito en su famosa operación bautizada “A que te reviento”. Manuelito sólo pudo contemplar como su madre explotaba en mil pedazos mientras las cámaras de televisión filmaban el gran triunfo.
Sin más remedio que continuar su camino solo, pero con dos kilos de cocaína que encontró en el campamento, Manualito se dirigió hacia el mar. Allí pensaba cambiar la mercancía, al primer barco que viera, por un viaje a los Estados Unidos de América (tierra de los sueños y la esperanza). Lastimosamente el primer galeón que pasó por ahí correspondía a una nave pirata especializada en el mercado de esclavos. Manuelito cayó prisionero inmediatamente. Sin droga y para rematar ahora esclavo, nuestro joven amigo cayó en una profunda depresión que lo llevó a lo más hondo del barco (pues era en las bodegas donde residían los esclavos).
Resultó ser que dicha nave bucanera violó el embargo existente, en el momento en quiso aproximarse a las costas cubanas, por lo cual fue torpedeado por la flota marina gringa, que hábilmente, con sus quince portaviones, pudo reducir la embarcación a añicos. Manuelito se salvó aferrándose a una tabla de planchar que en esos momentos pasaba por ahí y que pertenecía a un balsero anónimo (pronto contaremos su relato). Fueron muchos días los que estuvo a la deriva, hasta que finalmente y producto de las corrientes tocó tierra en las bellas playas australianas. Hasta acá nos trae nuestra historia. Manuelito espera la ayuda de todos para poder reunir el dinero suficiente y poder regresar a su amada tierra; y de paso, si el dinero alcanza, pagar una que otra cuenta que debe y comprarse un PlayStation 2. Es por eso que si usted replica ya este mensaje, Bill Gates donará un centavo de dólar, a una cuenta especialmente abierta para Manuelito, por cada trescientos mensajes que sean reenviados por usted en los próximos ocho minutos.
Pero además, si usted no se conmovió con la triste historia de Manuelito y ha decidido no reenviar este mensaje, a no menos de trescientas personas en los próximos siete minutos, todas las maldiciones del mundo caerán sobre usted. A saber:
· Si es hombre, a su mujer le saldrá bigote, barba, desarrollará una voz ronca y perderá cualquier atractivo. Si usted es mujer, el tipo anterior, con la maldición de la novia, le pedirá que sea su pareja (usted aceptará sin dudarlo).
· No importa lo que haga y como lo haga en la oficina: Siempre le saldrá mal. Si algo logra hacerlo bien, había que hacerlo para ayer.
· Una vez haya hecho mal el trabajo antes mencionado, no importa lo que haga para tratar de corregirlo, siempre la embarrará más.
· Tarde o temprano todos se darán cuenta que usted es un inútil. Si ya todos lo sabían, ahora tendrán el coraje de decírselo a la cara.
· Se contagiará de una enfermedad infecto-contagiosa desconocida para la ciencia. Sólo cuatro casos han sido reportados (las hermanas de Manuelito).
· Si es hombre, un día amanecerá con los pantalones abajo, amarrado y en una posición muy poco recomendable; justo en plena Convención Mundial de Homosexuales Depravados. Si es mujer amanecerá con los pantalones abajo, amarrada y en una posición muy poco recomendable; justo en plena Convención Mundial de Taxistas y Obreros.
· Su suegra decidirá irse a vivir con usted. No importa que usted lleve dos años divorciado.
· Si es hombre, su equipo de fútbol preferido (y del cual usted es hincha a muerte) caerá a la categoría amateur. Si es mujer, suspenderán por motivos de fuerza mayor la novela que usted venía siguiendo desde hace un año (justo cuando Sebastián le iba a confesar, con un beso, a Carolina que jamás la había olvidado).
Pero si usted cree que puede hacer el cambio y reenvía este mensaje, a no menos de trescientas personas en los próximos tres minutos, todas las bendiciones del mundo caerán sobre usted. A saber:
· Si usted es mujer, a su hombre le saldrá bigote, barba, desarrollará una voz ronca y será, ahora sí, atractivo. Si usted es hombre, el tipo anterior, jamás se acercará a su novia.
· Tarde o temprano todos se darán cuenta de lo valioso que es usted. Si ya todos lo sabían, ahora tendrán el coraje de decírselo al jefe.
· Su suegra no sólo no irá nunca a visitarlo, sino que se contagiará de una enfermedad infecto-contagiosa desconocida para la ciencia. Sólo cuatro casos han sido reportados (las hermanas de Manuelito).
· Si es hombre, un día amanecerá con los pantalones abajo, amarrado y boca arriba; justo en plena convención mundial de Súper Modelos Ninfómanas. Si es mujer amanecerá con los pantalones abajo, amarrada y boca arriba; justo en plena convención de mundial de Taxistas y Obreros.
· Si es hombre, su equipo de fútbol preferido (y del cual usted es hincha a muerte) será coronado campeón del mundo, derrotando en la final al Real Madrid por doce a cero. Si es mujer, darán una maratón de los mejores capítulos de la novela que usted venía siguiendo desde hace un año. Además usted será la única en saber (entre todas sus amigas) que Sebastián le va a confesar, con un beso, a Carolina que jamás la ha olvidado.
Así que usted decide. Esperamos que colabore con Manuelito, reenviando este mensaje a no menos de trescientas personas en los próximos quince segundos. Manuelito y Bill Gates se lo agradecerán.
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