Hoy, en un día mas de una vida cualquiera, empiezo a escribir una idea enterrada en alguna parte de algún sentimiento, que como un barro, ya asomaba la punta y los deseos de querer salir, de querer darse a conocer, que también a ella la tomen en cuenta, que no solo se quede en un hormigueo inquietante pero agradable, escribirla para darle forma, con curvas o baches, sentía las ganas de tener dirección para crecer aunque no tenga un fin específico, quería sus cinco minutos de fama, sentir la presencia de miradas a su alrededor, que unos ojos la toquen, la acaricien, la sientan, que se transforme en uno con ella, sentirse delicada y sutil, que sientan algo por ella y que ella haga sentir algo a alguien, tal ves ser un poco irónica e irreverente, con matices indefinidos y oraciones flotantes, ser inquietud de alguna plática insolente, quiere que de su vientre salgan otras como ella, que transpire, que provoque, que excite, hacerse vieja, quiere ser todo lo que las que se quedaron antes no lograron.
Tristemente solo la escuche yo. |