Con un pizarrón y barra de yeso, de tiza para escribir, en verde opaco, y de monumental porte para dictar; este portentoso Unamuno, tieso en su rictus y cuello firme como blanco, se paro enfrente de la cátedra primera de Salamanca de España ( ni modo ) para magistralmente, dictar su conferencia sobre el autor de los autores, sobre las cumbres inglesas de la literatura, y otrora universal poeta y genio creativo, sobre este enigmático genio de Macbeth y dueño de los amores universales, en la boca y veneno de profundas Julietas y varoniles Romeos.

Un vaso de agua, al estilo de Unamuno, mudo y claro, entre tanto polvillo, como sed de ganas de canjearlo por la seca garganta, ha espera tranquila que la mano de un Miguel como este, osará tomarlo y arrastrar de un salto, el frescor de esa agua pura e intocable, para clarificar su voz y despejar el filo reseco de este silencio atroz. Entonces, agarro la tiza, se subió la manga del saco oscuro, se voltio y escribió al pizarrón el titulo de su conferencia magistral, y escribió:

“Shakespeare”, pero lamentablemente pronuncio mal “shaquespeare”, leyendo cada silaba en su sonido español.

Fue entonces tras una hola de nudos de garganta, y unas sillas que otras, movidas por ahí, que un niño todavía de 23 años, con malicia envenenada de un escondido orgullo, levanto la palabra y con timidez engañada, levanto a decir:

“Querido maestro, no querrá usted decir: (pronunciando correctamente) Sheispir.”

Inmediatamente, la pedantería, como el talante de un Miguel de Unamuno, nunca antes visto agachar la cabeza, esta vez si lo hizo y, prontamente borra su palabra escrita y rápidamente y simplemente, al voltearse y escribir y pronunciar correctamente esta vez, sobre el tabloide verde opaco, el nombre elegante y completo de este William. Y con muda voz, en su entonación habitual se le alcanzo a oír:

-Ah!!!!!!!!, veo que quieren la conferencia en idioma natal de Oxford y Cambridge , y magistralmente, entonces vino, y toda la dicto en idioma ingles.

Y nadie se atrevió a levantar de nuevo la voz.