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POR: Genareram (Genaro Arena Ramirez) –Puerto Cabello, Venezuela

HASSAN Y SU GRAN AMOR (por GENARERAM.:.)

El vendedor de frutos, se deleitaba cada vez que podía, con la presencia de insuperable belleza de una de las princesas más codiciadas del la región. Cuando su Séquito y cortesanos en la elegante Caravana, pasaban cerca de la ciudad, Hassan corría despavorido sin aliento, para no perderse de la ocasión de ver el rostro de tan preciada criatura angelical de Dios...¡¡¡
La princesa se levantaba de su trono y saludaba a su pueblo, despojándose de su Velo púrpura y regalándoles una sonrisa llena de luz...¡¡¡
Todos embelecidos gritaban salves, hurras y glorias a su soberana .Hassan se quedaba mudo y paralizado, soñando mil maravillas con la hermosa mujer.
En tal momento aquel día, la princesa se le soltó una zapatilla que rodó al pie de Hassan quién no lo podía creer y casi le sale el corazón por los labios.
Tomó el calzado, corriò y lo poso en las manos suaves y bien cuidadas de su admirada realeza. La princesa le brindó un gesto de gracias, dándole un beso en la frente y dirigiéndose le dijo: - " Solo un Caballero, es quièn auxilia a una dama en apuros, así pues que deseo verle por el Palacio pronto y poder pagarle su cortesía..."Hassan se le nublo la vista, le dio cosquilleos en la barriga y por poco se desmaya. Retorno a su lugar donde estaba parado y la princesa continúo su camino al Castillo.
Llegado el día en que el vendedor de frutos debía presentarse en la Audiencia General en el Palacio Real ante la princesa, tomo su mejor vestimenta y realizo un aseo personal exagerado, se perfumo y acicalò hasta quedar conforme con su atractivo.
Una vez en el Castillo, hizo turno a la espera de ser llamado por su soberana. Quién al enterarse por sus servidores, que el Joven se encontraba en el recinto; ordenó de inmediato hacerle pasar. Hassan un poco nervioso, se postro ante los pies de la bella princesa, haciendo reverencia sin levantar el rostro, símbolo de respeto por su majestad. La soberana le indico se levantara y pusiera atención a sus palabras.
- “ La Princesa: Cuál es su oficio buen hombre…? ¡¡¡
- “Hassan: Mi reina, yo soy, pues un humilde Vendedor de Frutos en el Centra de la ciudad, para servirle por siempre…
- L.P: Excelente ofìcio, hassan…¡¡¡
Este hombre se ruborizó al oír su nombre de labios tan soñados…¡¡¡

- L.P: Desde ahora en principio estarás aquí en palacio bajo mi mando y velarás por que tú reina disfrute de los mejores manjares, que serán revisados y supervisados por su persona.
Así, que le nombro: “Dispensador de palacio “ y solo recibirá las
Instrucciones directas de mi despacho.”

Hassan días después, se instalo en una habitación muy cómoda en la parte Este del castillo, de tal manera que pudiera dirigirse rápidamente a las habitaciones y el despacho de la princesa.
Al amanecer, apresurado cruzo el pasillo, Hassan y sus sirvientes con el fin de concretar el menú de postres de frutos que desearía su majestad para las horas de su alimentación.
El centinela que guarda la entrada a las recamaras de la princesa, le exigió la parte y seña diaria de seguridad, al Dispensador de Palacio. Este le respondió correctamente y el guardia le comento que debía esperar a que la principal acompañante de la soberana, indicara la disposión de recibirle.
No tardo en presentarse y con la mirada fija en HASSAN, le dio un gesto de seguirle de inmediato. La princesa estaba recostada en un Diván, disfrutando de té de las Indias y sus cortesanas le acondicionaban sus cabellos y la embellecían.
La Princesa tomo atención a la entrada de HASSAN, ya que le habían facilitado trajes elegantes para su uso. No se imaginaba a su Dispensador con aspecto de Caballero.
La paz este en su corazón, buenos día Sr. Dispensador, alega la joven.
Buenos días, su Majestad, podríamos proceder a tomar nota del
Menú para hoy, por favor…¡¡¡; mientras la necesidad ilusoria de HASSSAN, lo transporto a crear una escena en su mente soñadora donde se observaba en estos términos: …

“Al lado y recostado junto a su princesa, le abrazaba con cariño y brindándole sus caricias, cuando disfrutaban de la música de su bufones y bailarines de Palacio.

Pensativa, Zobeida shacha la princesa, imaginaba esos exquisitos frutos que le había recomendado su Dispensador…
En su pequeño reino se daba El Dàtìl con más frecuencia, este emirato consagrado a los antepasados, era gobernado por El Emir HARUN AL RASHID III, padre de la Princesa de la Persia Terrible en sus juicios y decisiones, pero bondadoso con aquel que lo merecía. La princesa y su padre siempre trataban bien con respeto mutuo y mucho amor.
Por esta razón la princesa se salía con la suya en antojos y caprichos que complacía su padre con tolerancia. Hassan con el pedido en mano, hizo reverencias y con una sonrisa se retiro de las habitaciones de la princesa Zobeida shacha, rumbo a la Cocina del Palacio. Organizando junto al Cocinero Real, la presentación del servicio para la Princesa, notó HASSAN lo exigente que la joven era, tal situación lo incomodaba que suspiraba por sus sueños de amor por su majestad. …Vaya, no es tan manejable su apego a que todo debe ser como lo indica y sin fallar, pues representa hacerlo tantas veces como fuera necesario o le esperaría un castigo impredecible. Cada sirviente se esmeraba con temor a errar, tratando de que a su vista y gusto, su soberana este conforme. El cocinero Real, usaba de sus artes más creativas para darle variedad a sus platos con excelencia. Por su parte HASSAN escogía de los frutos la máxima calidad y madurez en su punto de sabor y apariencia.

Agotado por las labores del dìa, HASSAN busca su habitación para descansar un merecido reposo. Sufì Al Luha, la principal acompañante de la Princesa, logra acercarse al Dispensador de Palacio, para confortarle y desearle un agradable retiro a sus recamaras, con la esperanza de verle de nuevo al amanecer y continuar ambos sus responsabilidades ante su majestad…¡¡¡
HASSAN toma el gesto con agrado y le brinda un beso en la mejilla, a la Doncella que no tiene nada que envidiarle a la Soberana en esplendor y belleza, era de piel como el algodón, sus ojos como la Esmeralda y su cabello hasta las caderas, de un color más impresionante que el trigo….¡¡¡. HASSAN no deslumbraba las cualidades de la dama, pues sus ojos y pensamientos, tan solo eran para su adorada Princesa…¡¡¡
Sufì, desde el inicio cuando al verle en la sala de audiencia, quedo sin aliento por alimentar su mirada y su alma con tan apuesto Caballero, un tanto no muy bien ataviado, pero su corazón le decía que sus ruegos para encontrar su amado, no estaría tan alejados de lo pronto. Un suspiro atravesó el pasillo que da a las habitaciones de lado Este de Palacio.
Recostada de sus cojines, Sufì recordaba con una sonrisa la escena en el pasillo, suspirando imaginaba a HASSAN tomándola de la mano y llevándola en un brioso Corcel. De paseo a través del horizonte, donde comienza lo que jamás concluye. En el reino de nunca jamás, del otro lado del mundo, donde su amor sería eterno y sublime…¡¡¡
De hecho su sueño se remonto hasta el día siguiente con una felicidad en el alma y su corazón.
Entrada la noche, Sufi Al Luha , la Principal acompañante de la Princesa, envío una misiva con su esclava al Sr. Dispensador de Palacio. Al tocar la puerta, HASSAN la recibió de inmediato y articuló, que deseas Buena Mujer pregunta él Dispensador; la joven le da el recado; mi Señor la Principal le requiere al instante. Le espera en su recamara, por favor no tarde en acompañarme o me costaría un fuerte castigo impredecible. Hassan se retiró de sus habitaciones por el pasillo hasta llegar a el Harèn ; Un Eunuco fuerte y de gran estatura, de piel oscura como el Ébano Azabache y con mirada retadora, mirò a Hassan con sorpresa, interrogándole con desconfianza, ¿ Qué puede buscar usted. acá y a estas altas horas nocturnas?. La cadena de guardas y custodios como yo, que vigilamos este recinto; no hemos recibido nota ni orden alguna de su Majestad el Rey, de darle entrada a persona alguna de Palacio a las instalaciones del Harèn, mi Señor. La Esclava le dice al Eunuco , sepa que es una orden de la Princesa que El Señor Dispensador, se entreviste con la Principal Sufi Al Luha, en breve. presentanos por favor, ante mi Ama y Señora, que nos espera impaciente. Por ciertas dudas, el Eunuco SAID ABBU SAN, quien era Campiòn de Torneos en Lucha de Gladiadores, favorito de Nobles y de los Reyes, guerrero y hombre libre al Servicio del trono de HARUN Al RACHID III. El fiel ABBU, sabìa de la tormentosa forma de castigar a sus desobedientes sirvientes en un error cometido. Siendo, ABBU protegido de los Reyes no escaparía de la furia de la Princesa de la Persia, Zobeida Sacha.
La dama aguardaba a la entrada de la Habitación, vestida en traje de encajes para dormir, que le mostraban toda su figura y esplendor, resaltando el vigor juvenil en su silueta hasta en su sombra reflejada en el pasillo como una diosa oculta en la luz, que tan intimo atavio hiciera honor a su belleza. Tan solo HASSAN observo la mirada penetrante, llena de amor, esperanza y curiosidad de SUFI. El Dispensador confundido, pregunta a la joven ¿para que solicitaba sus servicios?, en su tiempo libre y de reposo. Sufi responde sonrojada con un brillo extraño en sus ojos, brindándole su mejor sonrisa. Es menester el hecho de complacer a su Majestad la Princesa, en sus antojos y necesidades. Hassan le pregunta de que se trata, esta vez. Sufi asienta confirmando lo sospechado, la princesa desea darle un placer a su paladar y para ello se servirá de usted en sus buenos oficios, sabios y con criterio amado HASSAN. Comprendo que es el AJUBI, su deseo querida SUFi.
Le aclaro que mi proveedor, ya esta al tanto de ese pedido que será despachado pronto, más tardar la próxima semana.
Pues, HASSAN, estamos en aprietos quiere degustarlo antes de su facturación. Por orden de la Princesa, partiremos mañana al amanecer en busca de esa delicates, por su impaciencia deberá estar aquí el ruto a mas tardar al atardecer, es la meta. HASSAN insiste en que se debería esperar la llegada de la mercadería y géneros de todo tipo. Sufi comenta que todos los gastos están cubiertos para el viaje y la estadía necesaria.
Al despuntar el día, por la salida de la ciudad hacia el lado norte del Castillo, una Caravana de tres sirvientes, cuatro esclavos, cinco esclavas, dos doncellas, Siete caballeros, dos oficiales y un Capitán comandando once soldados y nueve arqueros. Se pierden en el horizonte con destino desconocido.
Atravesando varias Comarcas y Aldeas, a la orilla del camino,
HASSAN observo con asombro que la Caravana de su Proveedor
se encontraba de parada y alli pasaron la noche. Kekamee, al
ver a su amigo y mejor cliente, le manifestaba la alegría de verle. Con un fuerte abrazo y apretón de manos dos viejos zorros se reencontraron. Tantas aventuras juntos y dedicados posteriormente al comercio.
En que andas mi apreciado Hassam, lejos de tus tierras y ummm
tan bièn acompañado.
- Ah, disculpa - la Principal acompañante de la Princesa de la Persia y su servidumbre.
- El comerciante – sonrrie - Por todos los cielos que has hecho atrapando tan hermosa estrella, jajaja…¡, Kekamee a sus pies y a su lado si lo prefiere, jajaja…¡
Sufi reverencia y da muestras de simpatía.
- HASSAN refiere, por cierto, amigo voy en busca de Ajubi, con urgencia, ya que tardaras en traer nuestro pedido.
- Alto, piensas que soy tan cruel en permitir que una dama desgaste su belleza con tan tortuosos viajes… imposible, así que la solución esta en mis manos, ves esa carreta cubierta, esta llena de Ajubi para otro cliente, pero por ser una excepciòn podrás llevártela con el mismo costo que habíamos negociado y de regalo un poco pasado el cargamento con relación a tu factura, jajaja…¡ HASSAN, le indico a su compañera Sufi que descansarían en la próxima Posada y regresarían a Palacio, felices de haber cumplido con lo prometido. En el recibidor el Dispensador solicite le asignen una habitación confortable para su pareja y el resto de los oficiales y nobles. Sufi acepto con beneplácito compartir la habitación con su admirado HASSAN.
HASSAN, ya en el palacio, apresura a su personal de sirvientes, para que coloquen en buen lugar y protegido la mercadería tan preciada para la Princesa. Sufì se encontraba en sus labores cotidianas junto las doncellas del harén. Su pensamiento rodeaba todo lo que por suspiros sentía como más fuerza por HASSAN, estuvo conversando con la matrona, anciana encargada de la salud de todas las damas de palacio. Suponía con cierto temor, Sufi el hecho que pudiera estar a la espera de un hijo, pero no se lo había comunicado a su amada pareja HASSAN. Quería darle una sorpresa, una vez que pidiera autorización a la princesa y lo confirmaran los Reyes, para cambiar su habitación a una más grande, junto a su venidero hijo y su futuro esposo EL Dispensador de Palacio, solicitud de desposarse que no tardaría en proceder. La Princesa de la Persa Zobeida Sacha, con una sonrisa abrazo felicitando a su fìel dama de compañía y una de las Doncellas màs aspiradas en Palacio para contraer matrimonio. Expresándole que deberá en acto público y de la noble realeza, ascender de cargo y de status social en relación a los asuntos diplomáticos del reino, al preciado fiel amigo HASSAN, le nombrare Comendador de Palacio con atributos en relaciones de mercadeo en nuestros vecinos y otras naciones, de tal manera que pueda comercia con los viejos proveedores y nuevos suplidores de mercancías en general; como igualmente recibirá la iniciación de Caballero Púrpura de la Reina y su Principado. Mis Hermanos estarán felices pues HASSAN se encargo de mimar a todos los Príncipes.
Todo es emoción, alegrías y actividad en el palacio, HASSAN y su prometida Sufi, la Principal Doncella e hijastra del Rey con la Esposa Principal del Harén, se preparaban con entusiasmo para la boda.
Los Reyes y la Princesa, indicaron a los encargados de protocolo que pasaran invitación a los Reinos vecinos, Aliados y amigos de la Corana de la Persia.
Un gran banquete acompañado de danzas y bailes, seria la gala en el Gran Castillo Del Dragón Púrpura o De Cristal como le llamaban por estar cubiertos de lajas pétreas que le fijaba una apariencia de espejos. El salón estaría dignamente decorado más engalanado con la alta realeza y sociedad del continente.
En las afueras del domo, acampaban todas las comisiones y delegaciones de los Reinados y Principados con sus tropas y ejércitos de Guardia de honor, Nobles y Caballeros con sus escuderos, Sultanes, Emires, Califas , Emperadores, Zares, Comerciantes, Rajàs, Sabios Filósofos, Patriarcas, Papàbles, Rabìs y Jeques.
En el Centro de los Campamentos, en una gran tienda de los Príncipes de la Persia, estaban sus majestades con HASSAN que partiría en cortejo junto a sus sirvientes y custodia hasta la entrada principal en una carroza decorada y luego haría su entrada a palacio, donde le recibiría la Reina y del brazo lo conduciría hasta el Altar Mayor o Aras para darlo de la mano a su novia.
En el gran salòn, al presentarse en Pòrtalon anunciado como Premier Comendador HASSAN Al SAID I tomado de la reina; en acto seguido la Principal de Palacio Sufi, se dirige por las escaleras con un hermoso traje Perlado Blanco y rosa con un Borlado y Cinta Púrpura ataviado con el Prendedor de los Principados, de la mano del Rey, quièn la entrega a su amado prometido.
EL Sumo pontífice preparo el ritual o misa y se dirigió a los novios cumpliendo con su oratoria hasta que los unió marido y mujer, los desposados felices abrazan y besan a sus familiares, amigos e invitados. Al instante es despejado el salón para dar paso a los mesones que posaran el banquete y los músicos, bailarines, bufones toman su lugar a la espera de comenzar con sus actuaciones. El Rey y su Reina a la vez dan inicio al baile de gala junto a los novios, las princesas y los príncipes se confundían con nobles, caballeros,
militares y cortesanos escogiendo sus parejas. La celebración se extendió hasta el amanecer.
Hassan y Sufi, se retiraron a su habitación antes de que se percataran los animados invitados una caravana con su guardia custodia salían por el lado sur en viaje, a celebrar los novios su luna de miel.
Pasado el tiempo, una mañana los centinelas divisaron el cortejo de los príncipes que venia con toda lentitud.
Dieron parte a los Reyes y a la princesa, la cual se sentia muy sola, ya que Sufi al luha, era su confidente, amiga, hermana y concejera por sus criterios y pensamientos acertados, firmes y pertinentes.
Para la princesa Zobeida Sacha, le daba una gran alegría el hecho de que la principal doncella del harén, retornara con su esposo y el trato hacia ellos sería tan diferente, con más confianza la princesa los aproximarías como verdaderos hermanos y le expresaba su inmenso amor, aún así, la princesa sufi durante el tiempo de embarazo, observo que Zobeida manifestaba celos y envidia hacia Hassan y su persona. A tal extremo de insinuares y de estar enamorada de el Dispensador de palacio. Buscaba siempre la atención del caballero púrpura al embellecerse y coquetear con vestimentas muy atractivas, dar un trato muy especial y amoroso a Hassan. Este queriendo evadir a la princesa Zobeida Sacha, se hacia el indiferente ante sus más serios ataques de amor. Pero la princesa no desistía y en una ocasión lo obligo a permanecer en su alcoba, mientras se medìa uno de sus nuevos trajes, para que supuestamente Hassan le diera el visto bueno.
Avergonzado el Señor Dispensador, por esta situación de atrevimiento de la Princesa Zobeida shacha, le suplico a su majestad no se volviera a repetir jamás esta escena, cosa terrible pues la represalia que asumió la Princesa, hizo encerrar en una de las torres del lado sur a la princesa SUFI AL LUHA, con el pretexto de que allí estaría más protegida durante su embarazo, más cómoda y alejada de toda perturbación. Pero Hassan logro hacerse oír con los Reyes y apoyado con los Príncipes, que detuvieran estas pretensiones caprichosas. A pesar del incidente, Hassan continuo respetando a su Princesa y dejándole claro sus verdaderos sentimientos exigiendo a su majestad abandone su empeño.
Varios años después de nacer el hijo de HASSAN y SUFI, quién fuera bautizado con honores y pompas, recibiendo de su familia real, todos sus títulos de nobleza y Principado como Caballero Púrpura, Sir MCCLAUDS Duque de SINOPLES del Nogal, heredado por sus tíos, desde los reinos de la Europa. Y Capitán de la Rosa Luz del Desierto, orden de Caballero de las Princesas de la Persia.
En tal sentido aconteció, que la Princesa ZOBEIDA SHACHA, resentida por la intervención de sus padres y hermanos, por su conflicto con Hassan, tomando en cuenta la amenaza del rey de retirar sus derechos y heredad, si acosaba al Dispensador y su esposa, y dándole el nombre titular al Duque del nogal de…HASSAN RAHID III, Y recibiendo una educación especial en artes militares, ciencias y sociedad, que formaron al Príncipe con un carácter férreo como sus abuelos.
Este ejemplar joven no se apartaba de la protección que brindaba a sus padres y siempre le atendía con custodias especiales y de confianza, para evitar en algún momento, que su tìa se le pasará lo convenido. Motivo por el cual la princesa decidió ofrecerse en matrimonio si cumplían con sus aspiraciones, al príncipe y al rey de los Nurus, con tal de que atacara el castillo del Dragón Púrpura o de Cristal, su propio hogar y sin causar daño a sus padres y hermanos varones. Llegando lejos su afán de venganza, procedieron los ejércitos de los Nurus a citiar la fortaleza de los espejos, atacando e invadiéndola, en el hecho pierden la vida los Reyes, los padres del Duque del Nogal, HASSAN y Sufi, y los Príncipes van en busca de apoyo de sus aliados para no perder el Castillo, que estaba siendo defendido con buena resistencia, por Sir MCCLAUDS. Quién los derrota, expulsa yen la rendición exige entreguen a la Princesa ZOBEIDA SHACHA, la cual pone en prisión en la torre sur de la preciada fortaleza, acusada de traición y condenada allí hasta su muerte.
Viendo los Nurus que el Rey Hassan III, continuaba los asedios, ataques y quemando sus ciudades. Perseguían a los ciudadanos que huian de la guerra. Desidieron buscar una forma de traer la paz entre ambos, él Príncipe menor de los Nurus , que habiendo muerto en las batallas sus padres y hermanos, le ofrece a HASSAN una rendición honorable, pero con la condición parar las diferencias y a cambio le entrega en matrimonio a su hermana menor, la Princesa: PALIS HUBAMBA, quién era la más hermosa mujer del reino de los Nurus, de piel oscura y ojos azules zafiros, cabellos lacios y hasta la caderas como cascada de color de ébano.
HASSAN al principio no le dio importancia, ya que para si era una gran victoria más aún dentro de su venganza; la Princesa Nurus odiba al Rey HASSAN III, demostrándole su desprecio e indiferencia. Jamás el rey la reprendió, le causo maltratos, ni la tuvo en prisión. Hasta que un día ...¡¡¡, le ordenara presentarse en la hora del almuerzo, no se presento y se quedo en su alcoba. En el comedor el Rey furioso por su desencanto, se dirigió a la habitación de la Princesa Nurus, tomándola por un brazo le dijo:..
- Debes obedecer pues soy tú Rey y eres aparte de mi esclava, mi prisionera, a menos que quieras perder la vida mañana al amanecer, dejaras de comportarte inútil. La princesa PALIS tomo la orden al pie de la letra, de tal manera que le preguntaba al Rey que deseaba hiciera en todo momento.
HASSAN complacido, le recompenso pasándola a su habitación Real y sentándola a su derecha en el trono como digna princesa compañera de sus decisiones y despachos en las audiencias, reuniones diplomáticas y negociaciones. El hecho de durar tantos tiempos juntos hizo que ambos se sintieran muy atraídos, hasta que el Rey HASSAN III, casará con la Princesa. El príncipe heredero de los Nurus fue invitado al Matrimonio, así se sellaba la unión de los dos reinos. Hassan considerando a PALIS, su gran amor, la complace en todo, dándole una vida muy feliz, nunca se separaban para cumplir compromisos de todo tipo, Hassan le demostró que si la amaba y la Princesa PALIS HUBAMBA, se enamoró locamente de sus condiciones, su forma de gobernar y tratar a su pueblo. Entregándose con amor en cuerpo y alma, pidiéndole perdón en nombre de su padre y sus hermanos por los errores cometidos, dándole varios hijos varones y hembras, para formar su nuevo principado. La princesa visitaba y llevaba regalos permitidos a la Princesa ZOBEIDA SHACHA, perdonándole y asistiéndole siempre al cuidado de servidumbres hasta su agonía, la tía del Rey HASSAN III, muere de una enfermedad, en la torre sur del Castillo del DRAGÒN PÚRPURA o CASTILLO DE CRISTAL DE LOS ESPEJOS.
Los Nurus ampliaron igual sus principados y restauraron sus ciudades, gracias a la ayuda del rey HASSAN III y la Princesa PALIS HUBAMBA, manteniendo el amor entre las familias y países vecinos.
El REY HASSAN III, sería recordado junto a su esposa, por su bondad, justicia y sabiduría. Sus siete hijos levantaron un Imperio, pero eso es otra historia...¡¡¡

FÌN

Texto agregado el 25-03-2008, y leído por 1160 visitantes. (1 voto)


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