Aún queriendo estallar como volcán, 
por sentimientos que vienen y van 
cuando contigo me encuentro, 
me urge hallar la manera 
de parecer muy tranquila por fuera, 
aunque me queme por dentro. 
 
Debo decir simplemente te quiero, 
y parecerte muy sincera 
cada vez que te lo diga... 
y cuidarme de caer 
para no perder a una gran hombre, 
y a un magnífico amigo. 
 
No tocar el tema del amor, 
para no cometer un error 
que te haga sentir mal, 
pues no hará que me asombre 
que tal vez como mujer que soy, 
no puedas quererme igual. 
 
Y me encuentro sin poder decirte, 
que he querido seguirte 
por senderos muy espinosos, 
para demostrarte con eso 
y en la dulzura de un beso, 
que mi sentir por ti es único y hermoso. 
 
Y me apena estar disfrazada, 
porque no te muestro el lado 
verdadero de mi sentir, 
a veces cuando conversamos 
que te amo, te amo y te amo, 
es todo cuanto te quiero decir. 
 
Pero debo morir callada, 
para que siga guardado 
el secreto de lo que siento, 
cuando estoy en tu compañía 
y esperar que algún día, 
mis palabras se las lleve el viento. 
 
Dices que viste un tono triste, 
en la mirada que percibiste 
en mí y no te equivocaste, 
es verdad, cuando estuve contigo 
yo era la hermana, la amiga, 
la mujer que tú imaginaste. 
 
Pero no supiste descubrir, 
que yo comencé a morir 
de amor al conocerte, 
prisionera de tu encanto 
encantadora en la risa y en el llanto, 
causa de mi destino, de mi suerte. 
 
Me dices que existes, que vives, 
cada vez que escribes 
de la forma en que lo haces, 
y hago más esfuerzo del que parece 
para no pedirte que me beses, 
para no rogarte que me abraces. 
 
Y simplemente tengo que callar, 
porque no logro captar 
que me amas como te amo yo. 
Tal vez un día lleguen a contarte, 
sobre una amiga que llegó a amarte 
pero que nunca te lo confesó. 
  
  
  |