Cada vez que la maltrataba podía ver una sonrisa muy escondida en sus ojos (en sus lagrimas) detrás de toda esa suciedad A veces conseguía que fuera tan bueno como para golpearla y en mis remordimientos, yo también lograba sonreír.
Texto agregado el 25-03-2008, y leído por 839 visitantes. (22 votos)