Y me quedé mirando lejos, sin ver ni sentir, sin comprender lo que hacía pero buscando en la lejanía la respuesta a esa pregunta no formulada, a esa inquietud de no saber bien qué estaba queriendo ver o sentir, a mi lado la multitud giraba en un carrusel enloquecido, las luces herían los ojos y los oídos ya no querían saber.
Entonces comencé a buscar en la distancia eso que ignoraba, cerré mis oídos y mis ojos con la intención de comprobar si así lo lograba.
Pero el tiempo pasó y al final de todo, solo nada encontré y todo me pareció más loco aún.