Calmando los ardores dejando de lado nuestra conciencia al fin llega la noche prometida en la que la inocencia pierde esta partida. Compartiendo pasiones la lujuria actua con complacencia cual leona enfurecida adquieriendo experiencia. Fusión de sabores tu boca de fresa, menta y vainilla tierna vasija de ilusión prohibida y caliente indecencia que me tiene vencida. Un cielo de colores del gozo terreno la maravilla la razon por la que es bella la vida perdiendo la prudencia amarte sin estar arrepentida.
Texto agregado el 24-03-2008, y leído por 198 visitantes. (6 votos)