Bueno señores de la cabeza…
Tengan ustedes buenas tardes, y permitiéndome semejante atribución, me gustaría dar por cancelado vuestros honorarios con esta entretenida y singular clase de cocina.
Por favor tomen asiento y presten atención. ¡Señorita! Le rogaría, pero no se permiten animales, tenga el favor de sacar a la nutria. ¿Cómo dice?... Entiendo, pero por una cuestión de higiene, usted comprenderá. Ok. Muchas gracias, la esperamos.
Señores, señores ¡No se alarmen! Escuchen. Si me desnudo es por una cuestión de sintonía. Para estar mas en contacto con los vegetales, nuestros hermanos menores por cierto. ¡Señorita! Que usted lo haga no es necesario, solo lograría desconcentrarme.
Los reclamos de los doctores lograron por fin vestir al maestro. Su singular estilo fue incomprendido, menos por la chica y su nutria.
Primero las materias primas a saltear deben pasar por el agua hirviendo, las zanahorias y porotos verdes, sin pelar cortados en juliana y amarrados por el cinto de la primera dama que me lo lance… Gracias querida nutria. (Tanta insistencia la dejaron entrar) El estragón la salvia y el tomillo van separados al principio y al final del fumet, sin esperar que hierva filtren el caldo y reserven, ya luego lo utilizaremos.
Ahora bien la carnitura: Desposten el lomo y le sacan toda la grasa, corten en parmentier y lo sellan con aceite bien caliente, dejar enfriar y sumergir en el caldo anterior…
¿Y el caldo? La olla que estaba sobre la mesa… A ver señores alguien vio algo.
“Los doctores se tapaban la boca y escondían las risas cómplices”, la chica se había levantado y sin ningún tipo de reparos habíase llevado el caldo. Quien la viera esa tarde noche corriendo con la olla por la orilla del rio, atrás la nutria trotando la seguía con la lengua afuera. Al llegar a su casa se sentó en la cocina y espero…
Bueno señores a si no puedo seguir. Mi intención primera era cocinarle algo rico y así quedar pagados por la atención. Pero ni lo uno ni lo otro. Esta broma de mal gusto me a echo reflexionar, los señores de la cabeza malos están.
Al salir del recinto vio un rastro de caldo en el suelo, este avanzaba por la orilla del rio en dirección norte. Juan la siguió…