Holocausto: Caminábamos por arroyos de inmaculada inocencia.. Cada paso era una profanación a mundo pretéritos Señales de pies quietos denostaban capullos de tierna inocencia. Y cada suspirar una afrenta a momentos de desengaño. Y pasamos por la vertiente como soñolientos aromos Nos embustamos, traicionamos y engañamos, Y la corriente fría seguía a destajos por nuestros. Pies. Hubo momentos, y des-momentos, cartas quietas en balcones Skaspereanos y tragedias griegas cerca del ocaso. Cicatrices de esclavos romanos y heridas de templarios jornaleros.. Los espinos, empezaron a fluir por el arroyo... Tenía consignas públicas y malformaciones congénitas.. Y por primera vez algo en nuestro pies se tiñó de roja inocencia Sangre, maldita y omnipotente sangre. Que se vertió en árboles polacos.. Y escombros berlineses y quedó incólume al holocausto bestial.
Texto agregado el 13-04-2004, y leído por 170 visitantes. (3 votos)