- desde el primer momento fue hermosa, lo mas bello que vi!!!, su sonrisa, su voz, su picardia ingenua, su estatura diminuta... bella!!!, creo que estoy enamorado...- suspiro profundo y sigo, pero con tono reflexivo, - ¿Por que, con tanta viveza para hablar, solo me habla de un sujeto con nombre de proser?
Y asi fue que pase toda la tarde en la playa, pensando lo mucho que me gustaba este ser y lo mucho que detesteba a este otro ser imaginario, a este procer que oscurecia con su precensia la luminosidad de ese hermoso dia de playa.
¿Por que siempre las personas tienden a marcar su territorio, a ofuscar con su precensia ausente las relaciones futuras de quien, en ese momento, le admira?
Maldije sonriendo, aunque me drogaba su voz y odiaba al ser que se interponia como un umbral entre nosotros, un umbral firme y maligno que, quieto como estaba, hacia mas daño que todo un ejercito en pleno ataque. Era irreal pero cierto, tuve varias oportunidades de dar vuelta la conversacion pero no tuve fuerzas para interrumpirla, demasiado inmaculada, demasiado impasible, llegue a notar que no necesitaba de mi para continuar con la charla y eso me gusto, sobre todo por que me convencio de que, sin haber procer, para una relacion, conmigo, solo hacia falta ella. Y que ironia, ella tan pequeña dueña de todo mi mundo, en un segundo...
Como era previsible y natural, tuve que contaminar su belleza tomando la palabra, solo un comentario me llevo al otro lado del que me hubiera gustado, mil cien cosas mejores pude haber dicho pero mi estupidez me supera ampliamente, encontre, inclusive, las tres palabras magicas, tarde porsupuesto, como siempre, digamos...
Y la tarde se hizo noche y el sol se lo llevo ella, hundido en su morral, esperando para que el dia de mañana ilumine el camino de un tal procer, que, sumado a mi estupidez, me hicieron retroceder, casi hasta un estado prenatal, casi donde no puedo tragar mi propia saliva...