Otro soneto extraño entre muros
Manda a hacer violante, la cruel
La diosa de las horas que trancurren
Este rechinar de puertas
De ligustros encantados
De hechizos encontrados
En la melancólica
Etiqueta de un pantalón
Roído por los años
Por el amor a la tierra virgen
Como tus caricias ausentes
Como el fantasma de tus palabras
Como tus ojos en penumbra

Otro soneto que no se responder
Que mi ingenio no atisba
Impermeable ahora a los estragos
De esa cábala errónea
Que se suma a tu nombre
Que se sume a esta escalada
De estrellas sobre el agua
Embelesada de las horas
Que van y vienen, en su perfecto trinar
Grave , agonizante, silencioso
Coma la espuma que mana de tu imagen
Dormida en el vaivén nocturno
En la danza de los pétalos lunares
Que amenaza con rendirse
Con despertar al alba desnuda
Y descubrirte etérea, inocua
Sílfide, quimera, pincoya,
Albatros del poema
Inconcluso que dejaron mis labios
En alguna esquina cansada.

Quod scripsi, scripsi
Escrita está esta fábula
En el andén de tu sombra inconclusa
En el tren que me lleva
A tu mirada esquiva
A tu vientre esquivo
A tus formas esquivas

Violante, la cruel, la invidente,
La que ignora,
La que añora,
La piedra de tope
El caudal, el vendaval
Que arrasó la palabra
El nombre que me nombra
El amanecer, el crepúsculo
La inocencia y la honra
De un eco errante
De un demente
De una sombra…