Un día, entré...
Leí a muchos autores. Todos tan diferentes.
Las palabras me agobiaron, seriamente.
Creí estar en una verbena del verbo languideciente.
Degusté varias recetas. Varios platillos.
Mientras se cuecen los versos, las imagenes aparte en pedacitos se van agregando una a una. Remojo los sentimientos para que se suavizaran en miel. Agrego tus besos al gusto. Y me rindió miles de porciones.
Texto agregado el 22-03-2008, y leído por 117
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