Escúpeme y serás perdonado
golpéame y me convertiré en tu pecado
no quiero creer en tí, no quiero creer en mí
perdóname, cúlpame, ódiame, ámame
conviérteme en aquello
que en tu mente jamás recordaste
para así tocar lo más profundo
de mi mente perturbada,
pero considérame un extraño
por no reconocer la profundidad de tus ojos,
pero ahora me doy cuenta
de que no tratabas de ocultarte
sólo tratabas de ver
lo que tus ojos no podían

Cómeme lentamente y saborea
mis pensamientos
sólo así podrás sentir
la divinidad de aquellos deseos
enaltecidos por la existencia
pero oscurecidos por la muerte.