Borges Según lo dicho por el mismo en una respuesta propinada a uno de los muchos reporteroa dijo que escribia cada dia, como una necesidad, tambien dijo que el proceso creativo al contrario de ser angustioso era, Para él, un encuentro y una experiencia reconfortante, habrá que adivinar que imágenes se le pasaban por la cabeza al viejo este en el momento en el que tomaba una pluma y miraba el papel, tal vez así se salía de su rutina, de ese tedio maquillado que lo consumía, tal vez así se olvidaba de los espejos que lo atormentaban.

Yo lo entiendo por que crear, escribir, simplemente plasmar por escrito un pensamiento es algo que verdaderamente reconforta, independiente de la calidad (acertada o defectuosa) de la prosa creada. Nadie crea algo a partir de una nada, siempre se cuentan con los materiales necesarios para moldear la idea. En el caso de la pintura el material, plástico, físico: tela, óleo, pinceles, están allí, pero falta la mano del pintor, la cabeza del pintor y sus abstracciones para completar aquel proceso creativo. El escultor en comparación con el pintor tiene la ventaja de tener la matriz al alcance de sus manos, la argamasa, la montaña de arcilla están allí, el simplemente con sus dedos desnudos da forma a una forma, a una forma producto también de su cabeza, a una forma concreta que representa una abstracción de su mente. La literatura y en esto es algo complicado tiene como herramienta la lengua, el lenguaje no es un elemento plástico palpable que se pueda transportar como se transporta una caja de pinturas, el lenguaje esta allí, volando, mas abstracto que las abstracciones del pintor y del escultor. El creador de la literatura debe robar ese lenguaje y decirse con esperanza, orgullo o angustia: esta es mi argamasa, este es mi óleo, para, segundos después lanzar zarpazos y trazos en el lienzo al mismo tiempo que desgarra la misma lengua que le sirve de instrumento va creando, al mismo tiempo que abstrae la realidad de las abstracciones va desmitificando y mitificando el mundo.

Borges critico a lo largo de su vida intelectual el elemento de la literatura, el elemento del lenguaje y su carencia para explicar los fenómenos del mundo mas complejos; esa maraña de susurros, de gesticulaciones, de abrir labio, mover lengua, pensar en objeto producir significados no puede explicar una imagen tan basta como un segundo medio extático que se sale del tiempo, un segundo que abarca todos los segundos o un lugar que muestra todos los lugares en los ejes, simétricos o no. Como se explico en el laoconte de Lessing la literatura no compite con la imagen plástica de la pintura, el texto, la palabra escrita intenta producir una imagen móvil, medio borrosa como la Beatriz vaporosa de Dante; la literatura, el texto, esculpe con una masa etérea cuyo modelo final es una serie de líneas similares a epitafios en lapidas blancas, son solo signos que no son nada mas allá de ellos mismos, son solo signos que funcionan al interpretarlos y es que esa es la facultad de la literatura, para descubrir su resultado artístico, estético, hay que interpretar el producto, hay que comprender esa serie de mamarrachos en negro que se esparcen por toda la hoja intentando dar la ilusión de que están ordenados y de que siempre han estado así.

Una pintura nos da todo o al menos gran parte del impacto desde un comienzo precisamente por que solo necesita de la imagen para producir ese impacto estético, al interpretador de la pintura en un comienzo le basta solo la facultad de mirar el cuadro para hacerse a la idea de manera vaga del significado de los colores y geografías que tiene frente a sus ojos. Esa misma dificultad de la literatura para producir desde el primer momento una imagen que este cargada con un contenido estético amplio es tal vez su mayor cualidad, la dilatación de las secuencias, la vida dentro de algo muerto, la imagen mental, esa , tiene mas complejidad que cualquier cuadro de Dali, Mondrian etc.
Pero no se si lo haya intentado al leer una obra, supongamos la casa de Asterion de Borges, ver las palabras, interpretarlas en la mente, asociarlas a cierto tipo de significado, producir la imagen que me permita comprender y enlazar las secuencias dilatadas y luego salirse de todo y pensar por un momento que paso en el momento de su factura.

Mas allá de lo que siento yo al leer la descripción de la situación del minotauro, como fue el tiempo en el cual de esa idea, de esa imagen abstracta del laberinto y la espada de bronce manchada de sangre y reflejando la luz del amanecer como un espejo roto se paso a la casi nada, a la idea no creada, Borges tal vez pensó en el laberinto, tal vez su mente sea un laberinto pero al mismo tiempo que tomaba su pluma el Borges, el sujeto se va saliendo de su propio marco, esta dejando de ser Borges y por un momento se sale de la linealidad temporal y por un momento es el hacedor de cronologías y de exhalaciones, es en ese momento en el cual la mente se sumerge en lo que se intenta crear, es el momento que me interesa, y tal vez esto no implique nada, tal vez el proceso creativo sea una fabrica tecnológica de materia inservible y sin utilidad practica aparente, pero allí, en el momento en que los ojos de Borges se vuelan y se posan en las cuencas vacías del minotauro, en el momento en el que el minotauro exhala y corre por las habitaciones y los pasillos en ese momento, allá, en Borges, en sus lagunas, en sus vacíos, el Asterión vive, el Asterión es Borges y Borges es el Asterión y ambos se sacuden en soledad y tal vez a esto es a lo que apela la literatura o al menos una parte de ella, al hecho de negar nuestra existencia, negarla pero al mismo tiempo afirmarla en su camino de vuelta al ser. La función de identificarse con algo tan abstracto, mas abstracto que Dios es una idea fabulosa, tal vez eso es lo que han llamado el escapismo o la literatura de evasión pero no es así, por que toda literatura aspira así sea por un momento al rompimiento de la linealidad temporal, al momento dentro del momento, al segundo dentro del segundo, a las semanas o la vida entera dentro de unas horas, es en ese momento cuando le ofrendamos nuestra vida al libro cuando el nos devuelve como Un Dios satisfecho la capacidad de duplicarnos o desaparecer, de comprometernos con algo inexistente y luego volver comprometidos.

El acto de creación esta muy emparentado con el acto lector, tal vez cada lector de la casa de Asterión es a su vez el Asterión y Teseo pero también el Borges, o en caso de una carencia de contextualizad, la sombra que esta mas allá de las letras. Así es, escribir es un alivio, es un alivio discutir con uno mismo, es un alivio crear personas para discutir con ellas, es un alivio por un momento dejar correr mi tiempo en estas letras, es un alivio y tal vez ese es el fin de todo olvidar mi reflejo, olvidar los laberintos que me envuelven, olvidar que algo me golpea y me empuja hacia abajo y elevarme, por medio del arte, a un intento de olvido superior. Un no tiempo olvidado y creador, es por esto que para mi también es una necesidad escribir, diariamente, ojala así sea.Siempre.