Mortal imaginaría, suele ser consuelo en insomne estado, pensar el encuentro del fin último condenando a ser feliz.
Cuantificar los pocos segundos de tristeza por la falta de apego a la realidad, entre caminatas revueltas con toque de infancia y recuerdos dejados en blanco. Todo mimetiza en sueños, se corre la voz en este silencio ruidoso pero nadie encuentra oído su propio eco solo imitar escuchar para dejar de ser vació.
Rompe confusa cadena de milagros basados en ojos propios pero en miradas de otros, esperando o tan solo soñando por doceava vez el par de palabras dulces, las cuantas respuestas ciertas y el ultimo abrazo que estremece por dentro pero afuera es tan solo el impávido anuncio de otra muerte esperanzadora para creer que el próximo si será para siempre definitivo en su absoluta causa.