Camino por las veredas de Adrogué a esa hora del verano en que el sol comienza a tener piedad de los seres humanos; se siente el olor del pasto quemado por los vecinos,que aprovechan para salir a regar las pobres hojas deshidratadas de las plantas.
Llegando a la esquina se adivina la cercanía de la casona por el aroma intenso de los jazmines ;aparece en todo su esplendor,magnífica y blanca,toda mármoles,rodeada de grandes árboles centenarios y fuentes que ya no echan agua.Su grandeza de otras épocas no se pierde por el abandono de los jardines florecidos hasta la lujuria,ni por las columnas cubiertas de hiedra invasora.
Detrás de un ventanal con los vidrios sucios, la mujer de cabellos oscuros me mira con sus ojos maquillados de verde;con una mano huesuda y transparente sostiene la cortina.
Apuro el paso,incómoda. Recuerdo el día maldito en que Lina desoyó mi consejo y recurrió a los servicios de esa aprendiz de bruja.Un mes entero encerrada en su departamento,con la mente torturada ,tratando de atraer con malas artes un amor que ya no existía.Porque Jorge había muerto en el accidente,no había salida.De allí no se vuelve.Comenzó con una vaga esperanza de contactar su espíritu ,sintiendo que cada roce del aire que era una caricia de sus manos;lo veía insinuado en las sombras de su dormitorio, apareciendo furtivamente a sus espaldas, creía leer mensajes del más alla enredados en las letras de los diarios...poco a poco fué volviéndose una sombra...delgada,ojerosa, cada vez más triste...
Se dejó ir sin luchar.Nadie pudo ponerle un nombre al mal que se la llevó .No me quedó más remedio que mirarla desaparecer.
Volví después del entierro a la casona ,buscando descargar mi enojo...no necesité golpear la puerta, la mujer adivinó mi llegada.
Me hizo pasar a una habitación grande, con las ventanas cubiertas de cortinas negras .En el centro de la mesa ,un candelabro con todas sus velas encendidas luchaba contra la oscuridad.
Sentí sólamente un leve roce en mi mejilla, y en un susurro suave la voz conocida de Lina que me decía "estoy bien".
No sé como llegue hasta las vías,la mirada curiosa de la gente me hizo parar de correr.El corazón me latía en todo el cuerpo.
Después de tres meses recobré el coraje para volver...necesito una explicación coherente...pero no logro reunir fuerzas para entrar a la casa.
Tal vez si aceptara lo que me dice mi terapeuta, que estoy sufriendo un duelo...Hoy a la noche le voy a preguntar a Lina,creo que viene con Jorge a tomar unos mates.