La tarde cae lentamente en las montañas de Puno, el sol lanza los ultimos rayos de luz en este paraje a mas de 4000 msnm.

Estoy en casa y la tristeza asoma como de a pocos, casi arrastrandose, como una niebla gris y diafana.

- Esta noche esta haciendo mas frio del habitual.
- No lo creo, solo hace los mismos 8 grados de ayer y de la semana pasada, me responde mi esposa.
- Ahora que recuerdo, he leido sobre el cambio climatico, no te parece que este año es mas frio que los anteriores?
- Pues si, tienes razon, esta haciendo mas frio que el año anterior, pero no podria confirmarlo, aquella vez no teniamos ese termometro de pared.

Mi esposa tiene esa costumbre de levantarse muy temprano, muy pocas veces me he levantado antes que ella, para ser sincero no es facil despertarse y levantarse a las 5 am cuando ahi afuera hace unos 2 grados sobre cero.

- Despierta, despierta !!

- Mmm... que pasa ?

- Mi madre, se ha ido !!

- Como que se ha ido ?

- HA MUERTO !!

Y como un rayo cargado de luz negra, tome conciencia de los hechos.

Salte rapidamente de la cama, me puse lo que pude y corri escalera abajo al dormitorio de mi suegra.
La casa en un par de minutos se convirtio en un hervidero de nostalgia e incredulidad.

- Tio !! la mama Simona se ha ido !!!
me grita mi sobrina entre sollozos entrecortados

- Papi, la mama Simona ha muerto?
me preguntan mis hijos casi sin lograr abarcar la magnitud del significado de la palabra "muerte"

Es entonces que doy cuenta que las hermanas de mi esposa y mis otras sobrinas ya habian llegado, y asombrosamente miro que el reloj ya habia avanzado una hora.

No logro acordarme que ha pasado en esa hora perdida, y como en un sueño las imagenes vuelven otra vez pero casi surrealistas.

El impacto de una perdida tan grande me habia aturdido profundamente, la mama Simona se ha ido.

Suena tan facil decirlo pero es tan dificil entenderlo.

Se ha ido....

Que dolor!!!, por todos los dioses paganos es casi insoportable, una ausencia que no se puede llenar con la presencia de la voz del ser querido, un vacio que no se puede llenar con la mirada de claridad del ser amado.

Ayer la enterramos, la liturgia y los procedimientos fueron rapidos, y ahora que estamos otra vez en casa, debo darme con la idea de que ya no la volvere a ver.

Mi esposa esta inconsolable, mis hijos no dejan de llorar por dentro y eso es lo que me preocupa, el dolor interno abre heridas que despues sangran por mucho tiempo.

Mis sobrinas, las descocadas me dan lastima, ya no tienen quien las defienda despues de cada barrabasada que hacian, habian agarrado la costumbre de defenderse haciendo que las perdonen interponiendo los buenos oficios de la mama Simona, ahora eso ya no sera mas.

Ya ha pasado una semana de la tragica partida, y he logrado escribir algo asi como un obituario, pero me esta saliendo muy extenso, creo que lo cambiare a una mini biografia.

Recuerdo muchas cosas de su presencia y su imagen. Recuerdo la primera vez que se entero que amaba a su hija, casi me mata.

Tenia un prejuicio hacia las suegras, pero la vida se encargo de aniquilar ese prejuicio.
Cuando nacio mi primer hijo, fue una alegria increible, los dias siguientes fueron delicados, pero al siguiente mes tuve que aprender a conciencia a lavar pañales, no fue problema.
El lio era que entre el aseo de la ropa y la atencion del bebe, no habia modo de coordinar bien.
Ahi fue donde entro mi suegra, me ayudo a atender a mi amado hijo, lo cargo al estilo de las antiguas madres aymaras, envolvio a mi hijo entre pañales, le puso un chullo tejido a mano hecho de lana de alpaca, lo puso en medio de una lliclla, algo asi como una manta mediana pero de bordados preciosos, y lo cargo a la espalda.

Me miro y me dijo algo asi como "yanaptamach"
- te ayudo

Fue en ese momento que quedo destruido esa falsa imagen de las suegras que tenia arraigado producto de mis correrias entre el enero masculino.

Se fue, ya no esta, y eso me lacera la memoria.

Nunca pude darle las gracias, siempre espere a aprender aquel idioma tan hermoso "aymara" pero complicadito por sus adjetivos demostrativos de afecto.

Te fuiste y no volveras, y eso me molesta.
Me molesta porque quede en despedirme y no pude.

Adios.