Parece que fue ayer cuando nos conocimos.
Siempre con las prisas no nos damos cuenta de los pequeños detalles que nos ocurren y que luego tienen una enorme trascendencia en nuestras vidas.
Parece que fue ayer, cuando por maravillas de azar o la coincidencia, coincidimos en Portomarín y comenzamos a hablar tras una buena caminata desde Sarria...Yo sola, porque mis compañeros de andadura iban a un ritmo mayor que el mío.
Hablar contigo y sentir tu mirada, fueron para mí como agua fresca tras un largo caminar.
Me diste mucha confianza y sentí, desde aquel momento, que, al menos, llegaríamos a ser buenos amigos.
Una tendinitis, lloriqueos infantiles,malentendidos y un hermoso detalle por preocuparte por mí y querer acompañarme, fueron nuestras cartas de presentación.
Ahora, tras 2 años y 6 meses, te conozco algo más.
Ni la distancia ni las experiencias fuertes vividas en estos cortos pero intensos años, han debilitado el lazo fuerte que establecimos y que nos unió un 18 de agosto.
Cada día veo que la vida, al igual que aquel camino de santiago del 2005, es un trayecto interesante que aunque nos enfrente a piedras, subidas, lluvias o cualquier imprevisto desagradable, nos lleva a lugares desconocidos pero siempre regalando personas maravillosas que de una manera u otra, nos hacen crecer como personas y nos retan a seguir hacia delante, sin miedo a tomar iniciativas y a aventurarse en lo desconocido.
Si todo sale bien, el próximo año iniciaremos una nueva etapa juntos. Ya sin aviones. Ya sin familiares cerca...Ahora seremos nosotros solos, lo únicos capitanes de nuestro barco.
Deseo con toda mi alma, que este nuevo caminar juntos, nunca exento de contratiempos, nos una aún más y nos haga enfrentar con ilusión todo tipo de situaciones.
Como decía "AQUEL FAMOSO POETA": ^Caminante, no hay camino; se hace camino al andar^.
Que toda nueva aventura, nunca pierda la capacidad de ilusionarnos y proyectar LA VIDA a nuestro alrededor.
Te quiero, I. |