Noches de euforia alcohólica y desenfrenados comportamientos por la ingesta de productos con poco, y también por qué no, con grandes dósis de alcohol. Esos momentos de un día ,ya agotado por la luz, y donde solo reina, el la gran y rocosa circunferencia llamada luna. Pero, admiro mucho a la luna, porque me trae momentos nocturnos muy satisfactorios para mi mente, aunque no tanto para mi salud. Sabidurías de la noche.
Estas horas en donde la luz nocturna muestra todo su apogeo, y te deja llevar por sensaciones casi indescriptibles para la mente humana, me sirven de mucha inspiración intelectural - Podría decir que es uno de los momentos más prosperos de mi mente. Aunque muchos personas vean la oscuridad como algo solo, frio y desamprado, para mi esta percepción cambia, cuando la noche me enseña a pensar, hace que mi vagabunda y casi incompleta mente, de frutos inesperados y por qué no, con una incalculable imaginación. Son partes de la sabidurías de la noche.
Este gran ocultamiento del resplandeciente astro, me hace vislumbrar escenas que, no puedo ver durante el día. Son escenas llenas de una deseada perplejidad de la vida. No me gusta saber todo, ni entender muchas cosas, me volvería paranoico. Aunque la noche me hace pensar, también divagar, e inluso hasta fantasear con momentos de mi ridiculizada vida pasada. Son los grandes e invalorables dogmas de la noche - amo la noche - y más aún cuando las especies alcohólicas se inyectan en mis venas y empiezo a ver cosas que no veo, cuando mi cuerpo no tambale, ni zigzaguea con movimientos casi irrepetibles y vergonzosos. Todo está dentro de las grandes sabidurías de la noche.
Una oración a la noche, sería algo apetitoso predicar, porque son momentos tan cortos, pero que se disfrutran al máximo:
Oh, gran noche, que me das fuerzas para llenarme de intelecto natural y sobrevivir a esta sociedad, tan mezquina y conservadora.
Oh, gran noche, que invocas a los momentos más excitantes del ser humano.
Oh ,gran noche, que nos das una luz muy tenue para poder enfrentarnos al mundo - como queramos, como nosotros lo decidamos.
Oh, gran noche, que nos dejamos tomar cualuier cosas y hablar hasta morir nuestras grandes y duras penas, y por qué no, nuestras aventuras y prosperidades.
Oh gran noche, que no discriminas el valor de nadie y embriagas a cualquiera que invoque tu presencia y la sepa respetar.
La noche es increíble, porque es así. Es una disposición casi legal de la vida. Te enseña más que los momentos largos del día. Aprovecha las grandes sabidurías del la noche. |